Fotos: Alfonso, Fernando y Pedro
Amaneció el recinto del puerto, en su primer día de feria oficial, convertido en una ciudad donde los edificios son las casetas, en las que se veneran los recuerdos del Rocío y la abrileña feria sevillana y el antecielo son miles de farolillos que la noche anterior han lucido en el “encendido”.Ya llegada la tarde las casetas se llenaron de personas de todas las edades, y mientras los más pequeños, ocupaban los tablaos al son de las sevillanas, los mayores daban cuenta de la mejores viandas que calmasen estómagos y animasen almas para aguantar la velada. Algunas de ellas estaban tan repletas, que acoger algunos coros rocieros que se ofrecieron a cantar en ellas, fue harto difícil, como ocurrió con el coro de la Asociación Andaluza “Brisas del Sur”, que lo hizo en la caseta de la Junta Mayor de Cofradías. A las nueve de la noche, los presentadores Lisa Schinello y Francisco Reyes, anunciaron la actuación en el escenario principal de los alumnos de la Escuela de Baile Paya’s, cuyos componentes de todas las edades hicieron vibrar a los cientos de personas que abarrotaban la plaza central del recinto. En fin, un día de feria multirracial, donde en una ciudad cosmopolita como la nuestra, no es difícil encontrar un grupo de residentes británicos, luciendo sombreros cordobés y bailando sevillanas o dos japonesas con mantón de Manila, abanicándose como si espantarán un sofocón de agosto.
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Filed under: Cultura | Tagged: Feria, mayo, torrevieja |
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