“Nosotros no seremos grandes mientras el español de América no se sienta tan español como los hijos de España”
Fernando Guardiola
Numeroso público se dio cita en la noche de ayer en el Salón Principal de la Sociedad Cultural Casino de Torrevieja, para asistir a la conferencia-coloquio que bajo el título “José Vasconcelos, mexicano y hombre de todas las Españas”, fue impartida por Javier Mínguez Parodi, teniente coronel y director de la Ciudad y Distritos en el Ayuntamiento de Torrevieja. Entre los asistentes se dieron cita el presidente de la Entidad anfitriona, Ramón Torregrosa, las concejalas, Carmen Gómez y Mamem Mateo, así como numerosas personalidades de la cultura y asociaciones culturales de la ciudad.
El acto contó con tres partes bien definidas. En la primera de ellas se ofreció un video biográfico de José Vasconcelos, comentado por algunas personas que compartieron vida con él y el que se cuenta prácticamente desde su nacimiento en el seno de una familia numerosa, en que su madre le inculca el sentimiento religioso que marcará parte de su vida y su trayectoria como “maestro de la cultura” y defensor de la gran América de raíces españolas. La segunda parte muestra su paralelismo cultural con personajes de la calidad humana de Ramón y Cajal, para terminar con un ensayo de la práctica y convencimiento en la fe católica, que supuso el principio y el fin de su vida.
Relató Javier Mínguez, como José Vasconcelos y sus colaboradores crearon más de setecientas bibliotecas, de una manera primitiva y costosa como era enviar a esos pueblos, lotes de 50 libros, casi todo de literatura en español, a lomos de burros, con la única excepción de que si la ciudad de destino era de gran población, eran dos las cajas que se enviaban. Por ello fue llamado “El maestro de América”.
José Vasconcelos denunció en su país la guerra civil encubierta y desconocida por la que el poder constituido se encargó de perseguir la religión, algo proscrito en su régimen. Vasconcelos se exila en diferentes destinos de Norteamérica y Europa y en 1728 vuelve para presentarse a unas históricas elecciones, que no contaron, como actualmente sucede, con ningún tipo de arbitrio internacional, y que incluso antes de que se diera los resultados, ya se anunciaba en tabloides norteamericanos su espectacular derrota. Animado por los suyos para realizar un levantamiento en armas, y dado que los que le apoyaban eran los más jóvenes, con el fin de no provocar una nueva y sangrienta Guerra Civil, decide abortar la operación y de nuevo se exila en Europa. Desde allí criticó a los caciques de México.
Fundó junto a otras eminencias el Ateneo de México, desde donde proclamó el españolismo de su pais.
Frente a los que defendían que hubiera ido mejor a México si los conquistadores hubieran sido anglosajones, siempre apostó por la cultura y la lengua española, recordando que en la Gran Nueva España pre-Hernán Cortesiana los habitantes de México, Aztecas, Zapotecas y demás por no tener no tenían ni lenguaje propio. Los españoles les dieron la lengua, la religión, la educación e incluso diseñaron ciudades como México de mucho más valor arquitectónico y urbanístico que muchas ciudades españolas.
A medida que los títulos de los poderosos crecían se estrechaba el mapa de la Gran América. Así desde el penoso Montezuma, se vio un crecimiento y una era de prosperidad con la llegada de Hernán Cortes, y la época de los grandes Virreyes que hicieron un gran México que llegaba desde Honduras hasta Canadá. Los ciudadanos estaban satisfechos con la forma de gobernar de estos últimos, valga el ejemplo de México, donde residían unos 6000 españoles en puestos de mando y servicios, frente a los más de seis millones de habitantes, fuerza más que suficiente para en caso de no estar satisfechos con su gestión, desalojarlos sin ningún esfuerzo.
Javier Mínguez acabó su disertación leyendo varios párrafos de su libro “Breve Historia de México” en las que defendía las posturas de las que hemos hablado y como al final de su vida, sintió de nuevo la fe que según sus palabras, abandonó momentáneamente “para pecar con comodidad”. Hizo referencia a sus mujeres y como fruto de esta fe, escribió su libro “Letanías del Atardecer”, del que leyó varios párrafos, acabando con el de la despedida a su último amor, Sofía.
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Filed under: Actualidad, Asociaciones, Cultura | Tagged: casino, conferencia, javier, josé, Mínguez, torrevieja |
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