Diecinueve personas han sido detenidas por engañar en la venta de escopetas y perros y suplantar la identidad de los vendedores reales. Los cabecillas de la organización captaban a mendigos que vivían en la calle para llevar a cabo las estafas
La Guardia Civil de Alicante ha detenido a 19 personas pertenecientes a dos organizaciones criminales, por su autoría en 58 delitos de estafa, 8 delitos de usurpación de estado civil y 2 delitos de pertenecía a grupo criminal. La cantidad estafada asciende a 40.000 euros.
La denuncia de un vecino de la localidad de Cocentaina (Alicante) por una supuesta estafa en la compra de una escopeta dio inicio el pasado mes de marzo a las investigaciones.
El Equipo ROCA (Equipo Contra el Robo en el Campo) de la Guardia Civil de Ibi fue la unidad encargada de llevar a cabo las investigaciones.
En la denuncia que formalizó un ciudadano ante la Guardia Civil, el denunciante manifestaba que había comprado una escopeta de caza a través de Internet por la que había pagado 1.300 euros, la cual nunca llego a recibir. El supuesto vendedor le envió varias fotografías del arma e incluso de la guía de pertenencia para hacer más creíble el anuncio.
Poco después de esta primera denuncia, se produjo otro delito de estafa por la compra de un perro, también por Internet. En este caso fue un vecino de Monforte del Cid (Alicante) el que realizó un pago de 250 euros por el animal, que tampoco sería entregado. Los presuntos autores le enviaron al estafado una factura de compra falsa, expedida supuestamente por un criadero de perros de la localidad de Madrid.
Tras iniciar una investigación, llevada a cabo por los agentes del Equipo ROCA de la Guardia Civil de Ibi, para el esclarecimiento de cada una de las denuncias que se habían recogido, los agentes averiguaron que bajo sendos modus operandis, los presuntos autores habían estafado a un alto número de víctimas. Nacieron así dos operaciones: “Rehala” y “Grancan”, centradas cada una de ellas en cada uno de los dos patrones detectados.
Durante el desarrollo de las operaciones, los agentes descubrieron que se habían formalizado decenas de denuncias sobre estafas en la compra de armas por Internet. Desde el primer momento se estableció un canal de comunicación directo con todos los afectados.
Se descubrió que los autores se ponían en contacto con los vendedores reales, haciéndose pasar por falsos compradores, con el fin de usurparles la identidad. De ahí que a la hora de cometer el delito, los estafadores tuvieran en su poder gran cantidad de información del producto y poder dar mayor credibilidad a las ventas.
Sendas investigaciones, fueron poniendo de manifiesto que aunque se trataba de dos grupos criminales muy diferenciados y sin aparente relación entre sí, ambas organizaciones contaban con un engranaje muy bien estructurado, en el que los roles estaban muy bien definidos, y trabajaban de una manera muy similar a través de Internet.
Por una parte, el grupo criminal dedicado a la supuesta venta de perros, estaba afincado en la localidad barcelonesa de Sabadell, con ramificaciones en las provincias de Sevilla, Asturias y Lérida. Los líderes de esta organización, bajo una identidad falsa, captaban a sus miembros a través de Internet, ofertándoles un puesto de trabajo como vendedores de perros, por el cual recibirían un porcentaje de la venta de cada animal. Posteriormente, se hacían pasar por empleados de criaderos y ofertaban los canes por cantidades que oscilaban entre los 200 y 400 euros.
Mendigos y personas vulnerables eran captados para cometer los delitos
El segundo grupo, dedicado a la venta fraudulenta de escopetas, estaba asentado en su totalidad en Cantabria, aunque se comprobó que sus miembros tenían gran movilidad por todo el territorio nacional.
Los cabecillas eran dos personas de la misma familia. Su cometido principal era el de captar a los demás miembros fijando su objetivo en personas en situación de vulnerabilidad y exclusión social extrema cuyo modo de vida era la mendicidad en la calle. Muchos de ellos pernoctaban en centros de acogida. Mediante el engaño y aprovechándose de la necesidad de estas personas lograban convencerlas para formar parte del grupo criminal.
Este hecho se confirmó porque uno de los autores tenía acceso a los movimientos de la cuenta corriente y a las claves de la entidad bancaria de al menos dos de los miembros que habían sido captados mediante engaño.
Todas las investigaciones que realizó el Equipo ROCA de la Guardia Civil de Ibi fueron apoyadas por las Comandancias de la Guardia Civil de Álava, Barcelona, Cáceres, Cantabria, Gijón, Lérida, Madrid, Pontevedra y Sevilla implicadas en los hechos, quienes procedieron a la localización y detención de todos los implicados.
Han sido detenidos catorce varones de nacionalidad española y un varón de nacionalidad boliviana, de edades comprendidas entre los 21 y los 63 años. También se han detenido a cuatro mujeres de nacionalidad española de 21, 41, 46 y 47 años por su participación en 58 delitos de estafa, 8 delitos de usurpación de estado civil y 2 delitos de pertenencia a grupo criminal. Dos de los detenidos han ingresado en prisión.
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