La acción fue conjunta con la Dirección General de Agricultura Ganadería y Pesca de Valencia y la Consellería de Alicante.
La Guardia Civil de Alicante ha colaborado en la extracción de redes de pesca. Muchas de las cuales no se ven pero en algunos casos siguen causando un daño al ecosistema marino. Esta iniciativa nace de una acción conjunta con la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Pesca de Valencia y de la Consellería de Agricultura de Alicante. Durante la jornada estuvo presente el Subdirector General de Pesca y el Inspector de Pesca de la Consellería de Agricultura de Alicante.
La Cofradía de Jávea puso a disposición de este proyecto una embarcación de pesca de arte menor.
La Guardia Civil dispuso medios humanos y materiales para que la recogida de redes fuera completada con éxito.
Seis componentes del Servicio Marítimo Provincial de la Guardia Civil de Alicante se desplazaron hasta las costas de Moraira para realizar con el apoyo del GEAS la extracción de redes de pesca abandonadas en el fondo marino.
La redes constituyen una fuente muy grande de contaminación plástica en nuestros mares. En algunas ocasiones quedan enganchados en las rocas del fondo y en otras muchas flotan en el agua, lo que hace mucho más fácil su recogida.
Este tipo de artes de pesca abandonados, perdidos o desechados son conocidos como “redes fantasma”. Reciben este nombre porque aunque están abandonadas accidental o intencionadamente, continúan atrapando durante mucho tiempo a todo tipo de especies marinas.
Muchos son los motivos por los que este tipo de materiales suele acabar en el mar. Desde la pérdida del control por parte del pescador, pasando por el abandono que hacen los pescadores ilegales e incluso por el desconocimiento del impacto ambiental que esto supone a mares y océanos, a las especies marinas e incluso a la especie humana.
A primera hora de la mañana del pasado 25 de noviembre, el navío de la Guardia Civil conocido como “Rio Oja” tomo rumbo a la costa de Jávea, concretamente a la “Isla del Descubridor”, dónde se realizaría la primera de las extracciones.
Se trata de una embarcación adquirida recientemente que cuenta con una eslora de 21 metros de largo y alcanza una velocidad de 37 nudos.
Alcanzado el punto para realizar los trabajos, dos de los buzos se adentraron en el fondo con sus equipos de más de cuarenta kilos de peso. Apenas veinte minutos después habían arrancado la red de pesca de una piedra del fondo del mar.
Los cincuenta metros de material fueron extraídos por los agentes desde el barco utilizando un halador de redes. La dificultad de las labores radicaba en la cercanía de los puntos de extracción a los acantilados de la zona.
Entre el amasijo de finos hilos apareció una cigarra del mediterráneo conocida como “zapatilla” que posteriormente fue devuelta al mar. Se trata de una especie, abundante hace años, que ahora es más difícil de encontrar en las costas mediterráneas por la facilidad que tienen los pescadores de capturarla.
La Cala del Llebeig se fijó como el siguiente punto para realizar la siguiente extracción. A medida que la embarcación se acercaba se podía ver como la red estaba flotando en la superficie. No obstante, los buzos volvieron a sumergirse en el agua y liberaron una parte que había enganchada a las rocas, recuperando una red de treinta metros de longitud.
Una vez rescatados estos aperos de pesca, los agentes de la Guardia Civil realizarán un acta que será notificada a la Consellería de Agricultura y Pesca de Alicante. Esta resolverá su depósito y destrucción en los lugares habilitados para ello.
Un ejemplar de tortuga boba en extinción también es rescatado por la Guardia Civil de Alicante
Por otro lado, el pasado día 19 de noviembre, el Seprona de Alicante recuperó un ejemplar vivo, adulto, de tortuga marina de la especie Boba (Caretta caretta).
La Patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Comandancia de Alicante, recibió una llamada de un ciudadano, a través del teléfono de emergencias 112, en el que alertaba de que, mientras navegaba con una pequeña embarcación privada por la zona del Cabo de las Huertas, había avistado una tortuga viva y que iba a trasladarla al puerto de Alicante.
Los agentes, acompañados de un técnico del Centro de Recuperación de Especies de Santa Faz, se desplazaron hasta el punto indicado por el ciudadano. Al recoger al animal, comprobaron que estaba herida, porque tenía un anzuelo en su interior, y que podría llevar varios días en estas circunstancias.
Tras proceder a hidratar a la tortuga, la trasladaron al Oceanográfico de Valencia, por ser éste un centro especializado en la conservación de este tipo de especie marinas, para su tratamiento, recuperación y custodia.
La Tortuga Boba, se encuentra protegida y en peligro de extinción según el Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES), siendo además una especie que se enfrenta a numerosas amenazas que provocan la muerte de gran cantidad de ejemplares, tanto por la ingestión, como por el atrapamiento en artes de pesca, tales como palangres, redes fantasma, etc. También por la contaminación del mar, ya que la presencia de plásticos que confunden con alimento, es ingerida de forma accidental por estas tortugas.
Cualquiera de este tipo de iniciativas que contribuyen a la disminución de la contaminación marítima y a la protección del medio ambiente, suman para la conservación de nuestros mares y océanos tan necesarios para la vida. En nuestras manos está, por ejemplo, la mínima utilización de plásticos, el cuidado de nuestras playas y la negativa a utilizar productos que deriven de la vida marina.
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