Un especialista del Hospital USP San Jaime alerta de que el cambio de la dieta mediterránea por la ‘comida basura’, las recaídas de los ex fumadores y la falta de dinero para las medicinas favorecen la hipertensión
El Jefe del Servicio de Cardiología del Hospital USP San Jaime de Torrevieja, Rafael Florenciano, ha afirmado que los efectos de una crisis económicas pueden aumentar la mortalidad a corto plazo hasta un 6,4%, como lo demuestran los estudios realizados acerca de este factor en las crisis económicas ocurridas entre 1960 y 2002”. En este sentido, Florenciano ha defendido que la crisis económica se está convirtiendo en una fuente de estrés que altera la presión arterial. Además, implica un riesgo significativo del aumento de la hipertensión. Sobre todo, en grupos de población que antes de sufrir la crisis, sí mantenían los mecanismos de defensa adecuados. El doctor Florenciano ha subrayado que, “durante la crisis económica existen riesgo múltiples de alteraciones arteriales, debido a los factores tradicionales se suman otros, como las preocupaciones derivadas del riesgo de pérdida de empleo, las deudas o la disminución de ingresos. Estos factores provocan un rápido impacto sobre la salud, con alteraciones a varios niveles”. Florenciano ha dicho que “sin duda, uno de los sistemas más afectados es el cardiovascular, con modificaciones en la capacidad de dilatación y contracción de las arterias, mayor facilidad para la complicación de placas de aterosclerosis y aumento de la frecuencia cardíaca y tensión arterial. Estos cambios fisiológicos se traducen en aumento del riesgo de infarto y muerte súbita, como se ha podido comprobar tras circunstancias que producen gran estrés”.
El doctor Florenciano ha dicho también que “uno de los parámetros que puede verse alterado por el estrés es la tensión arterial. La dieta se relaja, consumiéndose más “Fast food” que es barata y con menor tiempo de preparación. Este tipo de comida también aumenta el peso, con influencia clave en la tensión arterial. Además se hace menos ejercicio físico ya que hay menos tiempo disponible y se deja de ir al gimnasio para ahorrar gastos. También es más fácil que no se cumpla con la medicación puesto que nuestra mente tiene otras prioridades. Tampoco es raro que los malos hábitos que teníamos superados vuelvan. La tasa de recaída en fumadores aumenta con el estrés”.
El especialista ha concluido defendiendo que “el estrés provocado por una crisis económica pone a prueba a nuestro organismo. Si no somos hipertensos debemos controlar nuestra tensión arterial puesto que hasta un tercio de los hipertensos no son conscientes que lo son. Si somos hipertensos, no nos relajemos en nuestro cuidado, puesto que el mal control de la tensión aumenta al doble el riesgo de ictus. Aún en crisis nuestro principal foco de atención debe seguir siendo la salud. Sin salud da igual la crisis”, ha dicho.
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Filed under: Actualidad | Tagged: hospial, jaime |
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