El Papa concede un Año Jubilar con motivo del 50 aniversario de la coronación canónica de La Inmaculada Concepción
Día grande de la ciudad de la sal. Ni un solo acto se programó que pudiera oscurecer el verdadero sentido de estos días de fiesta, en el que han participado desde los más pequeños hasta los jóvenes y mayores. Todos unidos en torno una imagen, la de la Inmaculada Concepción. Por ello, los cultos religiosos fueron protagonistas de la jornada, con especial concentración durante todo el día en el templo arciprestal de la Inmaculada y alrededores. La noticia destacada la ofrecía al término de la solemne misa de las doce de la mañana, que fue cantada de forma brillante por el Coro Maestro Casanovas, el arcipreste, Manuel Martínez Rocamora, quien confirmaba la autorización por parte del Papa Francisco de un Año Jubilar que coincidirá con la conmemoración del 50 aniversario de la coronación canónica de La Purísima Concepción y el cuarto centenario de la primera ermita dedicada a la Inmaculada, antes de que Torrevieja fuese núcleo de población llamado ‘El Lugar de la Concepción’. El obispo de la Diócesis, Jesús Murgui, abrirá solemnemente este Año Jubilar en la tarde del próximo 20 de diciembre. Tras los actos que se fueron sucediendo a lo largo del día, a las 18,30 horas se celebró una Misa que fue presidida por el párroco Manuel Martínez Rocamora. Los cantos del oficio religioso fueron ofrecidos por el Orfeón “Ricardo Lafuente”, dirigido por Mario Bustillo que entonaron temas propios de la Misa, como el Ángelus, Aleluya, Hossana, o a Ti, Inmaculada.
Tras la celebración de la Misa, La Purísima en su trono exornado como es tradición por Inmaculada Casamayor, de Floristería Carmina, con cerca de tres mil orquídeas blancas holandesas, sufragadas por el empresario Gerardo Rodríguez del Valle. La Virgen lució la Corona Imperial que lleva sobre sus sienes, del año 1986, un collar de perlas naturales, donde cada una de ellas es diferente a la otra, perteneciente a las muchas donaciones recibidas, así como portó entre sus manos la llamada Cruz del Pavo Real. La Aureola que portaba fue la de la Coronación Canónica de 1966, que en 2016 celebrará su 50º aniversario. La Reina de los Mares, como la ensalza la salve marinera que ayer se volvió a entonar en su honor, navegó por las calles del centro de Torrevieja, entre un océano de fieles que la precedieron formando un río de alumbrantes. Desde el momento en el que La Purísima se reencontró con los torrevejenses en la calle fue objeto de aplausos y vítores. Más gente que nunca acompañó a la patrona que como cada año, en las puertas del Casino y mirando al mar, recibió un Castillo de Fuegos Artificiales. El orfeón “Ricardo Lafuente” a su llegada a la fachada de la biblioteca municipal interpretó ‘A ti Inmaculada’, de José Pagán. Ya en su templo, fue introducida a los sones de la Marcha Real y en el interior, sonó de nuevo la “Salve Marinera” y el himno adaptado de ‘Valencia Canta’, del maestro Serrano. Resaltar la participación en los actos del primer teniente de alcalde, Pablo Samper, el Vicepresidente de la Diputación Provincial, Eduardo Dolón, el concejal de cultura, Alejandro Blanco, la de fiestas, África Celdrán, el de habaneras, Domingo Soler, la Corte Salinera con la Reina, Ainara Antelo Mandía y sus Damas Marta Miguel y Estefanía Veri, y una amplia representación de concejales del Consistorio. Entre las anécdotas negativas la de encontrarse el desfile de la Magna Procesión con varias terrazas desmontables sin recoger y en especial un auto aparcado en pleno centro del Paseo Vista Alegre que debería hacer sido retirado con antelación y dificultó el paso de la comitiva.
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