Con “miradas del futuro” se cerró una temporada de abono llena de éxitos.
En una magnífica exhibición de la temporada que precisamente está terminando, la música del genio de Austria funcionó como una inagotable fuente cristalina. Durante 5 conciertos,el público de Elche pudo asociarse con 7 obras de W.A.Mozart, sin tener que festejar algún aniversario del compositor. La ORQUESTA SINFÓNICA CIUDAD de ELCHE bajo la dirección de su director titular MIHNEA IGNAT, al rendirle homenaje, simplemente demostró su amor por esta gran música. En la primera parte del cierre de la temporada, los intérpretes ofrecieron 2 obras de Mozart de suma popularidad. La Obertura “Bodas de Fígaro” de la ópera, que en ranking de popularidad siempre ocupa la posición muy alta, interpretada con precisión, vigor y alegría, comenzó la velada, mientras que al mismo tiempo ha sido introducción al desempe?o de la talentosa, galardonada en varios concursos internacionales violinista ELINA RUBIO. Hemos podido confirmar, que a pesar de su juventud, la artista mostró una increíble madurez interpretativa. En la colaboración con el maestro Mihnea Ignat y la Orquesta, Elina Rubio extrajo del célebre Concierto No 5, La – Mayor de Mozart toda la energía con un sonido límpido, orgánico y con el arte de pulcritud del desarrollo temático, también en las cadenzas. Fascinante facilidad técnica “va de la mano” con una sensibilidad, musicalidad y precisión. Maestro M.Ignat acompa?ió siempre muy elegante, propiciando una actividad rítmica y melódica en forma muy clásica, donde el diálogo entre solista y orquesta fue un intercambio de habilidad técnica, fuerza y juego. Elina Rubio y la orquesta exhibieron las mejores emociones de la famosa obra Mozartiana, ofreciendo una actuación realmente formidable. Cómo propina hemos disfrutado una magnífica interpretación de una parte de la Partita de J.S.Bach. Con la “Mirada al futuro”, queremos deseandole a Elina Rubio toda la suerte del mundo y muchos merecidos éxitos artísticos.
Sinfonía No 4 “Italiana” de F.Mendelssohn -Bartholdy protagonizó la segunda parte del concierto. La obra inspirada del colorido y atmósfera de Italia se basa en las impresiones de una procesión religiosa, presenciada en Napoli (segundo movimiento) y con las figuraciones de danzas – saltarello y tarantela (cuarto movimiento).
Lo que más impresiona en las actuaciones de la OSCE, es la increíble precisión técnica e interpretativa, con la que relativamente peque?a orquesta ofrece las obras clásicas del repertorio sinfónico. El maestro Mihnea Ignat supo crear grandes contrastes dinámicos, consiguiendo destacar cada sección tímbrica de la orquesta, a la vez logrando fabuloso equilibrio entre los instrumentalistas.
Esperemos, que fantástico nivel interpretativo de la OSCE cual ha sido presentado durante toda la temporada, volverá complacer al público en la siguiente – la temporada del trigésimo aniversario. ! ENHORABUENA ! !Hasta entonces !
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