El intenso calor registrado durante los dos días de Rocío, fue el protagonista de la parada
Álbum, pinchando sobre la foto
Amaneció ayer el día en el campamento rociero de Lo Albentosa, repleto de actividades ya que a muy temprana hora, y después de haber estado velando toda la noche a la Virgen, el tamborilero despertó a todo el mundo, para poner a punto el entorno y comenzar las celebraciones del día. A la una de la tarde tuvo lugar la Misa que fue oficiada por el párroco de la Iglesia de El Salvador y consiliario de la Hermandad, Francisco Miravete Poveda, contando con la presencia del alcalde de la ciudad, Eduardo Dolón, la Reina de la Sal, Cira Gualdo y su dama, Carmen Maciá; la concejal de fiestas, Concha Sala y los ediles, Sandra Sánchez, Inmaculada Montesinos y Pila G. Magán (C’s), además del presidente de la entidad, José María Alarcón Ortiz y la pregonera del Rocío 2019, Inma Vera. Una Eucaristía que pese al calor resultó emocionante escuchar con las voces del Coro de la propia hermandad, dirigido por José Miguel Gómez del Olmo “Peperrín”.
Por la tarde, y después de la comida, mientras los numerosos devotos y rocieros rezaban a la Madre de Dios, esperaban que llegase la hora prevista para su regreso hasta la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Torrelamata. Con tristeza y lágrimas en los ojos, se despedían todos los rocieros, sobre las nueve de la noche, cuando cantaban la Salve Rociera a la Blanca Paloma en el interior del Templo de Nuestra Señora del Rosario de la pedanía torrevejense de Torrelamata, esperando que pase pronto el año para volver a reunirse otra vez con ella en la Aldea y en Torrevieja.
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