Objetivo Torrevieja

Nota de prensa AMPAS Torrevieja, 10-1-2018

A propósito de la reunión mantenida el pasado lunes 8 de enero en las Cortes, en la que intervinieron distintos sectores, entre ellos, representantes de padres, con objeto de consultarles sobre la nueva proposición de Ley de Plurilingüísmo, desde la Plataforma AMPAS TORREVIEJA, hacemos la siguiente reflexión:
Vemos con indignación como el sindicato con mayor representación entre los docentes, el STEPV, insiste en la necesidad de una “Ley de igualdad lingüistica”, en la que se fije un mínimo del 50% de los contenidos curriculares en valenciano, llegando este porcentaje al 90% en las zonas de predominio lingüístico valenciano.
Pretenden que el valenciano, según ellos una lengua minorizada, se convierta en núcleo organizador del currículo, así como fomentar su uso social.
Y también piden la eliminación (derogación) de dos artículos de la Ley 4/1983 de uso y enseñanza del Valenciano. Dos artículos que nos garantizan, a día de hoy, por un lado a que nuestros hijos reciban las primeras enseñanzas en su lengua habitual, valenciano o castellano (artículo 19) y, por otro, a elegir la exención de la enseñanza del valenciano (artículo 24).

Muy señores míos:

En primer lugar, decirles que esa “Ley de igualdad lingüística” que ustedes tanto defienden, no se conseguirá NUNCA, por un lado, por los porcentajes que manejan, pues, por sí solos denotan que la igualdad no es tal, y, por otro, porque, para aprobar una Ley de igualdad Lingüística, es necesario crear, con carácter previo, una mesa de trabajo en la que puedan debatir sus necesidades TODOS los sectores implicados, entre los que, sin lugar a dudas, estamos los padres, principales educadores de nuestros hijos. Esa mesa de trabajo no ha existido, tan solo una mesa de “participación” a posteriori de la redacción de la proposición de Ley, en la que, los representantes de los padres han tenido SOLO voz. De esta forma el CONSENSO necesario es inviable.
En segundo lugar, ustedes, señores docentes miembros del STEPV, no tienen derecho a entrometerse en la vida social de las personas, ni están en situación de decir a los padres en qué idioma debemos comunicarnos con nuestro entorno y mucho menos, en qué idioma debemos transmitir nuestros conocimientos y educar a nuestros hijos. En el ámbito de la educación, hagan su trabajo y eduquen a nuestros hijos dentro del respeto que la sociedad merece y permitan la libre elección de lengua vehicular, que es el principal escollo para una educación democrática, libre y que garantice los derechos fudnamentales. En el ámbito social, dejen que seamos los ciudadanos los que elijamos en qué idioma dirigirnos a nuestro entorno.
Y ya por último, dejen tranquila la Ley 4/1983 de uso y enseñanza del valenciano, básicamente porque es, de momento, la más longeva de la historia de la educación de nuestra comunidad y se consiguió a través de un consenso que hoy, por desgracia, está lejos de conseguirse. Y también porque lo importante es que los medios educativos se adapten a las zonas, no las zonas a los medios. Respeto a los castellano hablantes y a los valenciano hablantes. Doble línea y libertad de elección.

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