La que se ha liado a cuenta de quítame allá estos polvos en Torrevieja es de órdago. El pasado día 27 sobre las seis de la mañana dos jóvenes, en un apretón sexual de esos que solo se dan antes de los treinta, decidieron despojarse de sus ropas y en pleno centro de la ciudad, sobre el banco gaudianiano de la Plaza Waldo Calero, dieron rienda suelta a su instintos y en total desnudez y tal como harían Adán y Eva en el paraíso, se entregaron al furor de la carne. Con tal ímpetu a juzgar por el vídeo que ha corrido como un reguero de pólvora por todas las redes sociales, que hicieron a algunos vecinos llamar a las fuerzas del orden. Una vez allí, según testigos presenciales, la Guardia Civil les conmino a irse y ellos respondieron, según registra el escrito de denuncia que también se ha paseado por las redes, de forma chulesca. Aun no se sabe cuánto le caerá de multa a la pareja, que son residentes en Torrevieja y no como se creía turistas que al estilo de Magaluf estaban en la zona.
Lo realmente curioso es que a estos chicos hubo gente que les faltó tiempo en denunciar y acudir las fuerzas al lugar de los hechos, y el pasado sábado unos imbéciles pintaran la fachada de las Eras de la Sal y el Paseo Vista Alegre y nadie en tres horas les diera su merecido. De película de miedo.
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