El catedrático Gregorio Canales dictó su última lección, magistral, en el curso La huerta: valores patrimoniales milenarios, en Torrevieja.
El profesor de Geografía humana Gregorio Canales Martínez quiso poner fin a su carrera universitaria con un curso excepcional en la UNED de Torrevieja. El curso, impartido al alimón con la profesora murciana María Dolores Ponce, versó sobre los valores patrimoniales del paisaje milenario de la Vega Baja del río Segura como paradigma de sostenibilidad: una descripción de nuestro territorio aliñada con la exaltación de la naturaleza y de la huerta forjada por el trabajo del hortelano y del campesino. Los contenidos y la capacidad de concienciación para valorar y proteger la huerta segureña y el campo de secano y de saladares de antaño que han sabido trasladar los ponentes, de manera didáctica y profunda, a la concurrencia, un nutrido grupo de estudiantes séniors, debieran llegar a responsables políticos y a la ciudadanía en general. Así lo han pretendido los dos profesores, invitados por la UNED de Torrevieja, con sus libros ejemplares sobre agua y sostenibilidad o sobre la arquitectura del agua como patrimonio hidráulico o sobre la gestión del regadío o sobre la recuperación de espacios para el cultivo o sobre los mitos y las costumbres de la vida en el Bajo Segura o sobre los museos etnográficos y la conservación de la identidad huertana.
La huerta de Murcia y Orihuela, como explotación agropecuaria de las dos márgenes del río Segura, ha sido una obra del quehacer humano a lo largo de siglos que partió d ella herencia árabe en la Península. Se aprovechó el agua del Segura y, más tarde, las aguas del trasvase del río Tajo al Segura, para ramificar sabiamente una pendiente natural del 0,06 por mil desde los piedemontes de las sierras de Orihuela y de Albatera hasta el litoral: el agua desciende y fluye parsimoniosamente desde Orihuela hasta la desembocadura en Guardamar. Se han multiplicado las arterias de riego en casi infinitas venas de agua: acequias, azarbes… que se controlan con azudes. Los pequeños acueductos llegan a superponerse y a nutrirse unos a otros; pero no solo se abastecen de agua, sino que también sirven para deshacerse del agua cuando es excedente o cuando hay peligro de desbordamiento del caudal de sus cauces naturales o artificiales. Asimismo, esta ingeniería de cultivo, por medio de la acción humana, ha sabido adaptar el medio semiárido y lacustre mediterráneo en zonas ganadas para la agricultura: por ejemplo, los territorios de las pías fundaciones del cardenal Belluga en el siglo XVIII (Dolores, San Felipe Neri y San Fulgencio) o los saladares del actual municipio de San Isidro, de parte de Elche o de la misma Torrevieja.
Durante el curso se ha denunciado de manera crítica el desaforado desarrollismo urbano que ha esquilmado la huerta y la invasión desaforada de residentes que eliminan todo vestigio de cultura autóctona y del paisaje original o de los modos de vida sostenibles para una huerta que necesitamos viva y fructífera.
La ponencia con la que se despidió brillantemente de la docencia el profesor Gregorio Canales incidió en la invalidez de museos etnográficos que, por muy voluntariosos que pretendan ser, apenas terminan siendo un cúmulo de vasijas y cacharros domésticos y de aperos de cultivos que poco o nada transmiten del paisaje y del paisanaje de la huerta y de sus valores. Contra museos como el de Dolores, se explicó la relevancia de una nueva concepción museística para resaltar el patrimonio milenario de nuestro peculiar territorio, tal como se planteó en el Memorial de San Isidro. Ahora falta que estos memoriales se amplíen y se doten de materiales y de más recursos audiovisuales y tecnológicos, y que permanezcan abiertos al público.
El curso incluyó una salida de campo, realizada el pasado sábado, día 24 de mayo,
Un cierre de excelencia para los cursos del programa Universidad Abierta de la UNED de Torrevieja que clausurará el año académico con el acto de donación y exposición de cuadros que el emblemático pintor Antonio Ballesta realizará al Aula UNED de Torrevieja el lunes, 23 de junio, a las 20 horas en el Club Náutico torrevejense.
Que los dioses bendigan a profesores como Gregorio Canales que sentó cátedra y que sembró amistades. Es hora de recoger, señores.
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