Objetivo Torrevieja

Fernando Guardiola

¿Vosotros sabéis esa sensación como cuando os sale un sarpullido y os lo rascáis salvajemente hasta que os sale sangre y os escuece?, …  ¿vosotros sabéis esa sensación como cuando os retorcéis un pezón y os duele tanto que de vuestros ojos solo pueden brotar lágrimas?. Pues esas son las sensaciones que me provoca el ver (no directamente porque duele) “Sálvame”, el programa de Jorge Javier Vázquez. Al principio no le dí importancia, porque como estaba en el “late night”,  su existencia me pareció que podría ser corta,  pero mis luces de alarma saltaron cuando Telecinco decidió poner este ¿programa? en la sobremesa, si,  ¡justo después de comer!,  que horror, que aberración, esto da más grima (e indigestión) que ver a Carmen de Mairena saliendo de la ducha. Se supone que el programa este repasa lo sucedido en “Supervivientes”, en “Operación triunfo” pero digamos que lo hace al más puro estilo “Tomate”, es decir, destripando a concursantes, sus vidas pasadas, haciendo sangre y en muchas ocasiones daño y todo esto acompañado del rintintín de Jorge Javier, el super premio Ondas, … que queréis que os diga,  a mi esto me pone nervioso al igual que los colaboradores. Y últimamente viviendo a expensas de la auto proclamada “Princesa del pueblo”,  ¡manda huevos! que diría nuestro hijo predilecto Trillo. Cuenta esta verdulería que para si quisiera la “plasa”, con personajes como  Kiko Hernández, un hombre del que cada vez que obtenemos un primer plano de su persona parece que se está aguantando un pedo de la rabia y las ganas de hacer sangre que tiene dentro, hace meses en “La noria”,  pidió perdón por su forma de dirigirse y atacar a las personas, nosotros nos lo creímos y ahora este señor vuelve a hacerlo, y para ponerse a la altura y dar “comidilla” a los curiosos, dice haber “salido del armario”. Pues con el tiempo que llevaba, más vale que se lo hubieran comido las polillas. Ya está bien ¡hombre de Díos!,  que vas de sobrado y se te olvida que has salido de “Gran hermano”, ten un poco de dignidad y vergüenza y no interpretes el papel que Telecinco te planta en la cara. Después tenemos a Karmele Marchante, una mujer con la cara más estirada que Michael Jackson y unos aires de superioridad que ni ella misma puede con ellos, esta mujer confunde el periodismo (del que ella no puede presumir) con jugar a ser la diosa. Es una bicha, una víbora y una vergüenza nacional. Y así un largo etc… Como os decía, estas cosas me sacan de quicio,  porque encima no pueden mantener un debate normal. La mecánica de sus debates es,  que un colaborador suelte una barbaridad sobre alguien y después empezar los demás colaboradores a despotricar sobre ese tema de manera que se forma una bola de gritos en la que no se entiende nadie. Y así una tarde y otra y otra y otra soltando basura y vomitando sobre la televisión, que pena me da que este pueda ser el tipo de televisión que gusta en nuestro país.  No me extraña que se agote el bicarbonato  en las farmacias, los regüeldos que ellos sueltan  hay que corearlos de alguna forma.

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