Objetivo Torrevieja

Fernando Guardiola

Álbum, pinchando sobre la foto

Aunque no se llenó el Teatro Municipal, … de gente, sí que hubo lleno de risas, sonrisas y emociones durante la representación teatral de “El corazón hecho lío”, que junto a Iván Gisbert, interpreta una torrevejense,… y eso se nota enseguida, porque haciendo una pequeña broma apoyada en el típico chiste de “sube/baja telón”, les propondría: “Se abre el telón, y aparece una actriz que mientras tiende la colada, canta una “habanera” .. ¿quién es?: ¡no podía ser otra!: Lola Manzanares. Y en esta tónica que yo mismo provoco, continuó la velada. Basándose en unos textos, que como ellos mismos iban explicando, procedían de obras premiadas con el galardón “Marqués de Bradomín”, que reciben escritores menores de 30 años, fueron hilvanando ambos una ágil trama que “enganchó” desde el primer momento a todos cuantos tuvimos la suerte de asistir al acto, en el que no faltó una amplia representación del Ayuntamiento, representado por concejales populares y socialistas. Fue impresionante ver como en poco más una de hora Lola e Iván, cambian e intercambian, emociones, gestos, texturas de voz, y veces hasta sentimientos. Fueron seis los fragmentos que nos ofrecieron, aunque podían haber sido más, pues el público se quedó, como llamamos vulgarmente, con la “miel en los labios”. En el conjunto de la representación me quedo con la penúltima escena, en la que Lola interpreta magistralmente a una mujer, cuyo marido se ha fugado con un homosexual, y al que añora, ama y necesita, y que cuando esta sin el, se abraza a su recuerdo, reclamando su presencia, y sin embargo cuando aparece, saca a relucir los celos vengativos, haciendo mofa de su condición sexual, mandándole continuamente a meterse por el “alma”, cuantos objetos sobran de su memoria. De sus papeles en solitario me quedo con el Iván reconcomido y angustiado que se “despacha” con el contestador de su ex, hasta agotar la batería y de Lola, con su representación de la empleada de la carnicería, en que sin decir ni “mú”, nos regaló un catálogo de gestos y muecas, que me hicieron recordar a la Lina Morgan de sus mejores tiempos. En definitiva una obra divertida, hecha por unos actores de categoría que sin necesidad de la chabacanería arrancan la sonrisa en tiempo difíciles, … y eso es impagable.

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