Loquillo ofreció anoche en el recinto de Los Huertos de Orihuela, un gran concierto gratuito para cerrar la programación del ‘Otoño Hernandiano’, en homenaje al poeta Miguel Hernández. Cientos de jóvenes y no tan jóvenes, pudieron escuchar uno de sus últimos discos, como ‘Viento del este’. Corren buenos tiempos para el indomable rockero catalán, quien ha sabido adaptarse a los tiempos manteniendo la cordura y la compostura. Para ello se apoya en una cantidad importante de temas con factura reciente, mirando atrás únicamente cuando es justo y necesario. Porque una carrera tan prolija debe por ley reposar en tiempos pretéritos en cada puesta en escena; hasta ahí de acuerdo. Lo que pasa es que cuando tú mismo te crees lo que haces, tus fieles te dan cobertura y ves que el paso de los años te sitúa más allá del bien y del mal, el único camino viable es seguir tus instintos básicos y ver cómo funciona. Loquillo abre con “Salud y rock and roll” y va paseando entre exquisiteces como “En el final de los días”, “Viaje al norte” (con la única colaboración del album, la de Robert Grima de Los Vengativos), “La mataré”, “El mundo que conocimos”, “Quiero un camión”, el homenaje a Burning con “Jim Dinamita” y la traca final de vértigo con “Feo, fuerte y formal”, “En las calles de Madrid”, “Rock and Roll Star” y “Cadillac solitario”. Así hasta los 35 cortes, por lo que no te va a faltar de nada.
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