Objetivo Torrevieja

La deuda de un “desahuciado” se redujo a la mitad por la presión ejercida por este coletivo

El movimiento Stop deshaucios de Torrevieja, formado en su parte por militantes de los llamados “indignados”, consiguió ayer que uno de los afectados lograra que el director y subdirector de una de las sucursales bancarias accediera a renegociar su hipoteca gracias a la presión de un grupo de unos diez activistas que irrumpieron en la entidad con camisetas y carteles con su lema.  Según este colectivo Christian Cano adquirió una vivienda que en el 2006 tasaron en cerca de doscientos mil euros. Llegado el punto en el que el afectado no podía hacerse cargo de las mensualidades de la hipoteca, una nueva tasación rebajaba a 135.000 euros el nuevo valor de la casa después de cinco años, lo que dejaba al inquilino una deuda de 53.000 euros a la que no podía hacer frente a la vez que le exigían que abandonara el domicilio. 
Ante la negativa de la entidad a atender a Christian Cano, este decidió acudir al movimiento ´Stop desahucios´ que con su presencia ayer en el banco consiguieron que a la espera de la firma entre ambas partes la deuda quedara reducida a unos 25.000 euros que el inquilino podría sufragar viviendo en régimen de alquiler hasta liquidar la parte adeudada para que, llegada esa situación, pueda optar por la compra de la misma.

Impiden un segundo caso de desahucio en los juzgados

En el caso de la acción desarrollada por parte de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca en los juzgados de Torrevieja donde funcionarios del edificio han impedido la entrada a la subasta del domicilio a algunos de los miembros del movimiento a la subasta pública.
Los inquilinos de esa casa, Pablo Morillo y su hija Sandra Chapin, pidieron en el año 2009 un préstamo que ha sido algo accidentado con cobros por parte de la entidad bancaria de unas cantidades que se justificaban por gastos notariales pero que más tarde les son devueltos a los propietarios por ser injustificables. Tras nuevos cobros que los inquilinos no admiten, la situación concluye con un desacuerdo en el pago de la hipoteca entre ambas partes y los afectados terminan demandando al banco que inicia el proceso para la subasta pública del domicilio que se celebró ayer.
Tras una nueva negociación de las partes los propietarios están dispuestos a retomar su hipoteca siempre que la entidad les devuelva esas cantidades que afirman que les debe el banco y evitar así que continúe el proceso.

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