Objetivo Torrevieja

José Antonio Zamora, nos hizo vez la imagen de nuestra Patrona con otros ojos, haciéndonos ver algunos detalles inéditos

Álbum, pinchando sobre la foto

El salón principal de la Sociedad Cultural Casino de Torrevieja, acogió en la tarde de ayer una magnífica conferencia impartida por José Antonio Zamora. Licenciado en Historia del Arte por Valencia. Licenciado en Historia por Alicante. Doctor en Historia del Arte por Murcia. El acto que estuvo introducido por el periodista local Francisco Reyes Prieto, contó con la presencia de numerosos socios de la Asociación “Hijos de la Inmaculada”, encabezados por su presidenta Encarnita Brotons y el presidente del Casino, Ramón Torregrosa. Comenzó el ponente su disertación, bajo el título genérico “ Tota Pulchra”, con la comparación iconográfica y coetánea de las imágenes de la Inmaculada Concepción de Catral y Torrevieja, cuyas restauraciones fueron realizadas en los talleres de Venancio Marco en Valencia. El paralelismo entre ambas imágenes, realizadas con poca diferencia de tiempo es realmente extraordinario. Antonio Zamora quiso resaltar en esta conferencia, que culmina las celebradas con motivo del Año Jubilar Mariano, haciendo un repaso en la historia de la iconografía de La Purísima Concepción de María  en tres partes:  Detalles sobre la talla; Historia del dogma y Análisis iconográfico de la imagen. Quiso Zamora  dejar claro el concepto del “Inmaculada Concepción” y que muchos atribuyen a la Concepción de Jesús en el vientre de María, cuando el verdadero concepto es la concepción de María misma en el seno de su madre santa Ana. Concebida así Inmaculada. Para ello nos ilustró con la historia de San Joaquín y Santa Ana. El sacerdote del templo, repudiado por no tener descendencia y ella que rozando la ancianidad no podía concebir, hasta que el arcángel San Gabriel, se les apareció a ambos anunciándoles el futuro nacimiento de una hija convida sin pecado y cuyo final es el “abrazo de Joaquín y Ana a las puertas del Templo” representado en varias pinturas e iconos de la época. María. Nos enriqueció después sobre el dogma fruto del evangelio de San Juan (“Apocalipsis” donde se habla del bien y del mal y nos anuncia la llegada de un mujer coronada con doce estrellas y que representa el bien ante mal, representado por el dragón. En los siglos XV y XVI  cuando la representación de la Inmaculada comienza a tomar auge, las gentes del pueblo no sabían leer y el único medio de información (“Sus periódicos”) era a través del arte. Por ello llegó a representarse la pureza de María a través de su estirpe real y origen noble en el “Árbol de Jessé” un verdadero árbol genealógico repleto de ramas de nobles, reyes y sabios que culminan con la imagen de la Purísima.
Nos habló después de las diferentes representaciones de la imagen de la Inmaculada a través de los tiempos y como pintores de la fama de Pacheco, Rubens o Murillo la representan.
La creencia del dogma de la Purísima se empieza a fraguar con la aceptación del mismo por los reyes Valencianos Jaime I y Jaime II llegando a su máxima expresión con Carlos V en el siglo XVI que emite una carta de Fundadores pro la que alienta a la creación de de templos y lugares de culto a la Purísima, siendo en levante la Ermita de la Purísima de Catral la primera en fundarse. En 1615 bajo el mandato de Felipe III que crea las Juntas de Defensa de la Inmaculada para el desarrollo del dogma, se erige la Ermita de la Purísima Concepción de Torrevieja. El Papa Pio IX, en el siglo XIX proclama el Dogma de la Inmaculada, dando dos privilegios a España, en señal de su fe y apoyo a la causa. Así se levanta un monumento a la Purísima en la Plaza de España de Roma y se otorga el privilegio del uso de la casulla azul a los sacerdotes españoles en el día de la celebración de la Purísima. Para cerrar su intervención desarrolló toda la iconografía que genera la imagen. Así siempre se representa sola ya que es la cuarta persona de la Santísima Trinidad y fue creada en la soledad de Dios. Está coronada de doce estrellas que representan a los doce Apóstoles; a las doce tribus de Israel y a las doce veces que el antiguo Testamento recoge la palabra “Mariam”. Su imagen va revestida de sol con un escudo protector a través de la “Rayada. A su pies esta la luna en cuarto creciente (Aunque se representa con las puntas al revés). Es morena, no de cabellos claros como hasta entonces se representaba la pureza de María; Es morena, de ojos negros, en referencia al “Cantar de los cantares” que decía “Morena soy, hija de Jerusalén, pero graciosa”. Lleva el cabello suelto y un paño judío verde esperanza, sobre los hombros. Las manos juntas sobre el pecho, en signo de aceptación del mensaje de Dios, con la cabeza levemente inclinada. Esta coronada como Reina del cielo. El cinturón se sitúa en el talle alto, para mostrar su perpetua virginidad. Lleva sandalias en señal de humildad, pisando la serpiente en señal de victoria sobre el pecado original. La imagen de nuestra ciudad, tiene a sus pies el escudo d e Torrevieja, y va acompañada de tres ángeles, obra del escultor local, Víctor García Villalgordo, que portan en sus manos los atributos simbólicos: La vara de mando, como alcaldesa perpetua de la ciudad; el cohete simbólico de las fiestas y el barco de sal, símbolo de Torrevieja. En el faldón el mismo artista dispuso dos medallones alusivos a la imagen, por un lado “La Anunciación” y por otro el “Nacimiento y adoración de los pastores”. Nos dejó José Antonio detalles tan desconocidos como que el manto representa con su cuadriláteros, la forma de la composición molecular de la Sal o la extraordinaria visión de la imagen de espaldas en que las alas de los ángeles, la abrazan en nombre de Dios. Al término de la conferencia, el ponente en nombre de la Cofradía de la Patrona de Catral entregó a los Hijos de la Inmaculada de Torrevieja un libro sobre la Historia y Devoción a la Purísima en Catral y la Presidenta de los Hijos de la Inmaculada entregó al ponente una talla de la imagen de la Inmaculada de Torrevieja realizada por Víctor García.

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