Afirman que no van contra el alcalde Dolón, al que consideran único interlocutor válido y ante el que están dispuestos a “autocensurar” su presencia si accede a recibirlos
NOTA DE PRENSA DE LOS SINDICATOS ÍNTEGRA EN EL INTERIOR
Larga rueda de prensa la ofrecida ayer por las secciones sindicales de Comisiones Obreras, Sipol y UGT, en la que comparecieron varios representantes de los mismos para reiterar algunas de las reivindicaciones que abanderan desde hace ya bastantes meses y que han provocado numerosas concentraciones de protesta, tanto en el exterior como en el interior del Ayuntamiento, así como ante la Jefatura del cuerpo policial. Para ello se dio lectura a un comunicado de prensa que reproducimos íntegramente, leído por José A. Moya. En líneas generales los sindicalistas aseguraron que la Policía Local en Torrevieja es víctima de un caos programado, condiciones laborales en precario, un pisoteo constante de sus derechos laborales y falta de diálogo, que repercute en la calidad de los servicios que recibe el ciudadano, responsabilizando directamente al actual Intendente Principal, Vicente Gutiérrez.También de su situación y del caos organizativo, que se ha convertido en el tema más acuciante de este conflicto, como es la regulación horaria de los turnos de trabajo. Igualmente piden una actualización de la relación de puestos de trabajo, la creación de un Reglamento Interno de la Policía y que se cumpla con la estructura de mandos que prevé la legislación, entre otros asuntos.
Los representantes sindicales hicieron hincapié en señalar que no tienen nada contra el alcalde, sino que quieren que haga valer su responsabilidad de máxima autoridad de la Policía Local para poner orden en este conflicto que se prolonga varios meses. Preguntados por los medios de la “supuesta” huelga de celo mantenida por ellos, en la que las multas por aparcamiento, y sobre todo por la de la instalación de tarimas en los diversos establecimientos hosteleros están sufriendo y que hace que la sociedad esté dándoles la espalda en sus reivindicaciones, aseguraron que es la concejalía y sus adjuntos los que se han encargado de “intoxicar” para hacer creer que lo que es una aplicación de las ordenanzas se convierta en una inexistente “huelga de celo”, para lo que invitó a los presentes a repasar las estadísticas de otros años. También dijeron que a veces el no cumplimiento de estas ordenanzas les pueden acarrear expedientes. También manifestaron que existen más de 40 policías interinos que se encuentran «en una situación de precariedad» y que en Torrevieja “se incumple la ley en cuanto a la composición de la estructura de mandos”.
NOTA DE PRENSA CONJUNTA DE LOS SINDICATOS POLICIALES DE TORREVIEJA CC.OO – SIPOL Y UGT
En estos momentos, más de 150 policías están sufriendo en sus carnes un caos programado, una falta de dialogo total por parte de los dirigentes locales y una precarización laboral, en definitiva, que impide a estos policías la conciliación familiar y laboral.
Por supuesto que esta situación repercute dolorosamente en la calidad de los servicios policiales que recibe el ciudadano de Torrevieja. Es urgente y necesario buscar una pronta solución al conflicto que recupere la calidad asistencial de la policía, el honor y el buen nombre de la institución, así como la profesionalidad, deteriorada por el mal uso que determinados mandos tóxicos han hecho de la policía local.
Mientras estamos aquí, leyendo este comunicado, hay policías de base, con cáncer, soriasis grave, enfermedades degenerativas crónicas, etc esperando desde hacer mucho, en algunos casos casi cinco años, que se les faculte con una plaza de Segunda Actividad donde puedan ejercer su trabajo atendiendo a su edad y sus problemas de salud. De momento, y a pesar de las sentencias judiciales, el Ayuntamiento continúa sin solventar un problema tan grave y acuciante como este. Y no sólo eso, sino que, lejos de buscar soluciones, incluso se ha permitido al actual jefe de la policía, Vicente Gutiérrez, poner en duda las capacidades psicotécnicas de los enfermos, obligándolos a un reconocimiento médico extraordinario, que pudiera conllevar la pérdida de sus permisos de conducir.
El actual jefe de la policía tuvo la desfachatez de ordenar a un compañero con bastón, a custodiar el Ayuntamiento. Esa noticia saltó a los medios de comunicación, y el señor Vicente Gutiérrez respondió que a ese policía se le trataba “con la debida consideración”. La semana siguiente de ese hecho lo colocó a trabajar de noches, y envió la noticia de un medio de prensa sobre la dolencia grave de este policía, a la Jefatura Provincial de tráfico, para que consideraran si estaba en posesión de sus facultades para conducir.
Sólo a una persona con una estructura cerebral diferente se le habría ocurrido este dislate y esta desfachatez. Comportamientos como estos ponen en tela de juicio los conceptos básicos de la ética o la deontología, y perjudican en mucho la honorabilidad policial y la motivación de sus integrantes. Obliga a los Agentes que cuentan con plaza de barrio, la mayoría interinos, a trabajar los fines de semana con la amenaza velada de que si piden descansar domingos y festivos, puesto que no cobran el complemento de festividad, los pondrá a turno partido, con el consiguiente perjuicio económico y laboral.
En Torrevieja se incumple la ley en cuanto a la estructura de mandos de una manera evidente, dándose el caso de que son los agentes de base los que tienen que hacerse cargo de las jefaturas de servicio en los turnos de noche, los festivos y los fines de semana. Es un dislate que en una ciudad como Torrevieja sean los policías de base quienes deban tomar unas responsabilidades que no les corresponden. Incluso, en un turno de noche de las pasadas navidades, el actual jefe de la policía se presentó al servició, cogió un vehículo y se fue el solo a patrullar, quedando el mando en manos de un agente de policía. Otro despropósito que no hace sino añadir argumentos al mundo del revés que campa a sus anchas en la policía local de Torrevieja.
Tenemos un inspector, al que ya algunos medios de comunicación llaman, multiimputado, que ha cobrado durante años la nocturnidad y la turnicidad sin hacerlas, y cuando ha hecho noches las ha cobrado como horas extras. Este mismo inspector, multiimputado, participa de algún modo en todos los expedientes disciplinarios y arbitrarios que se ejecutan contra los policías de base. Quiso abrir un expediente a un compañero que tachó una denuncia, e incoó otro a una compañera que estaba de baja, un auténtico disparate en la aplicación del régimen disciplinario. Por supuesto, y a pesar de las recomendaciones del Defensor del Pueblo, sus imputaciones por prevaricación, falsedad de documento público, detención ilegal, entre todos, no han supuesto ningún expediente contra él. Este inspector, es el mismo que descubrió la acción sindical a un paso de jubilarse, y que llama a los sindicalistas de verdad, que defienden un interés colectivo, mafiosos, mostrando vivir en un universo paralelo que debieran estudiar los antropólogos del futuro.
El año pasado alcanzamos un acuerdo con la concejala de policía que se incumplió en casi todos sus puntos. Hubo compañeros que trabajaron más noches de las estipuladas, otro hicieron más de 70 horas de trabajo efectivo de las 1664 que marcaba la ley, no se concedió un sola hora de formación a los policías. Desde entonces entendemos que la concejala, que ha mentido e incumplido su palabra, ha perdido su validez como interlocutora valida en cualquier negociación futura.
En la Relación de Puestos de Trabajo del Ayuntamiento de Torrevieja, y a partir de las breves contestaciones de la administración local, no existe catalogada la plaza de Tráfico, dándose el caso, de que una de las competencias exclusivas de policía en el ámbito local, aquí no están contempladas.
En la policía local existen más de 40 Agentes interinos, alguno de ellos con mas de 10 años de experiencia profesional, que no portan armas de fuego. Se juega con su estabilidad laboral y personal sin que se habrán procesos legales para la consolidación de las plazas.
La policía local de Torrevieja no tiene Reglamento de Policía, a pesar de que los sindicatos han presentado varios a lo largo de los años, se ha hecho caso omiso por parte del concejal de turno, lo que provoca un caos absurdo que afecta a los servicios policiales que reciben los ciudadanos. No están estipulados ni el máximo de noches, ni los protocolos de actuación, ni los servicios mínimos policiales, ni casi nada. Dándose el caso de que un jefe de policía con una estructura cerebral peculiar, puede generar un caos absoluto sin atender a las consecuencias.
Hace unos meses, se impusieron los horarios que jefatura quiso. No hubo negociación ni apenas diálogo. Las razones de los sindicales no merecieron el respeto, al menos a ser escuchada. De una forma esperpéntica se impusieron los horarios que Vicente Gutiérrez quiso, siempre protegido y apoyado por la concejalía de policía. En estos momentos, hay policías locales que van a trabajar 90 noches este año, un fin de semana de cada dos, y cuyo descanso legal de 12 horas entre jornada y jornada de trabajo, se esta incumpliendo sistemáticamente. La respuesta del actual jefe de la policía es que, efectivamente se está incumpliendo la ley, pero continúa rompiendo la legislación, como si el problema no fuese con él. Al año pasado ese turno trabajaba 40 noches de máximo, y 11 fines de semana. ¿Cómo quieren que estén esos policías locales? ¿Motivados con sus mandos y con el Ayuntamiento?
Vicente Gutiérrez considera que el permiso por fallecimiento de un familiar es absentismo laboral, y lo motiva en el origen latino de la palabra, faltando el respeto a los principios básicos, incluso, de humanidad.
Muchos policías, a pesar de pedirlo por escrito en numerosas ocasiones carecen de talkis para comunicarse en la calle con la central de transmisiones y los demás compañeros. Para esto –que afecta a la seguridad de los policías de base- parece no haber dinero. Los ordenadores rara vez funcionan con normalidad y el papel de la impresora hay que buscarlo por los rincones más extravagantes. La falta de medios es evidente, pero no parece importarle a nadie.
Se ha eliminado la unidad operativa llamada UDIPO, y se han dividido los grupos para que los policías no coincidan con sus habituales compañeros de trabajo. Los cuadrantes laborales se publican con uno o dos días de antelación, y no con el mes de antelación que marca la normativa.
El año pasado, once policías, entre ellos el Intendente Principal, el inspector multiimputado, o un oficial ascendido a dedo sin poseer el BTP –un permiso preceptivo para ser policía- se repartieron más de 92.000 euros en horas extras. Un autentica aberración, que ya está en los juzgados. Algunos de estos policías son los que van criticando a los compañeros que reivindican los derechos laborales y la dignidad de toda la plantilla. Y es que mientras, los policías de verdad y sindicalistas coherentes, reciben expedientes disciplinarios y sanciones, otros, los menos, se llevan muchas “perricas” a los bolsillos.
La lista de irregularidades es tan larga que llega a ser bochornosa. Por esos motivos, y otros muchos, llevamos meses pidiendo una reunión con el Alcalde de la ciudad, con la única intención de buscar consensos y soluciones. De momento, hemos escuchado primero el silencio, después la risa y ahora los descalificativos. La concejala nos llama mentirosos y estafadores, sin mirarse al espejo y sin atender a razón alguna de peso. Como un mantra repite que sólo pedimos dinero. Falta a la verdad. Lo que la señora Agustina repite una y otra vez, es parte de un documento que se presentó para negociar con el Ayuntamiento y que no recibió ninguna atención hasta que se ha decidido culpar a los policías de peseteros.
El alcalde no está dispuesto a dialogo estéril alguno, sin percatarse de que el único dialogo estéril es el que no lleva a cabo. Y de esta forma, a pesar de que los sindicatos estamos pidiendo un derecho básico a la participación, a la palabra y a la búsqueda de consensos, nos encontramos ante la sinrazón y la parálisis negociativa.
Somos la mayoría de los policías locales los que exigimos un sano dialogo, que se respete la ley igual para todos, que se impidan los tratos de favor, las corruptelas y las dobles varas de medir. Estamos pidiendo que se cumplan en la policía principios básicos. A cambio se expedienta a los interlocutores de los trabajadores, como si los culpables fuesen los que sacan a la luz los problemas y las corruptelas, y no quienes incumplen la ley.
No vamos a cejar en nuestro intento digno, coherente y legitimo de dar la vuelta a este mundo patas arriba en el que algunos interesados han transformado a la policía local de Torrevieja.
Los principios están por encima de las personas, y seguiremos luchando el tiempo que haga falta y con la intensidad necesaria.
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