El 22 de abril está declarado por las Naciones Unidas como “Día Internacional de la madre tierra”
Los Verdes piden la participación activa de los ciudadanos, instituciones y administraciones en el Día Internacional de la Madre Tierra, articulando actuaciones que sirvan para sensibilizar a la población y para frenar las graves consecuencias que el cambio climático tendrá para el planeta y para todos los seres vivos que la habitYa son demasiadas las evidencias que nos advierten de los peligros a los que todos estamos expuestos si no somos capaces de cambiar radicalmente con los actuales modelos de consumo, energético, de crecimiento y de sobreexplotación del suelo y de los recursos naturales, para que sigamos permaneciendo ajenos a las catástrofes que se avecinan.
El calentamiento global y el cambio climático ya están aquí y son una realidad que se deja sentir en cualquier parte del planeta. Largas y prolongadas sequías se suceden junto a fenómenos de lluvias torrenciales e inundaciones, considerable subida del nivel del mar, inusitados temporales marinos, destrucción de la capa de ozono, etc.
Muchas islas y pequeños estados del Pacífico tienen los días contados porque desaparecerán, y ya se está procediendo al traslado de sus poblaciones a otros lugares más altos y seguros. El deshielo del Artico camina a marchas forzadas, al tiempo que desaparecen glaciares y la nieve de muchas montañas y cordilleras, secando los ríos y lagos que daban cobijo a pueblos y culturas milenarias, arruinando la vida y las cosechas de poblaciones enteras. Todo ello mientras se incrementa la contaminación del agua, del aire y de la tierra, hasta el punto de hacer insostenible la vida en muchos puntos y ciudades del planeta.
Las consecuencias de la crisis económica actual no puede insensibilizarnos sobre el gran problema que representa para la humanidad el cambio climático, y ahora, más que nunca, tenemos que luchar por transformar esta realidad que por un lado nos ahoga y oprime en lo económico, en lo social y en lo político, mientras esquilma y destruye el planeta y sus riquezas naturales.
Ahora más que nunca tenemos que decir ¡¡basta!! por un mundo mejor donde sea posible vivir dignamente sin destruir nuestro entorno y medio ambiente.
En un momento tan crucial para el futuro de la humanidad, nos corresponde a todos hacer un esfuerzo por la sostenibilidad, propiciando en nuestras ciudades políticas de integración y desarrollo urbano que sean compatibles con la conservación de la biodiversidad, buscando conseguir el mantenimiento del necesario equilibrio entre el bienestar de la población y la conservación de nuestro planeta.
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