Es el único premio en lengua hispana que supera en dotación económica al premio de Novela “Ciudad de Torrevieja”
La valenciana Carmen Amoraga queda finalista con un relato de las complejas relaciones madre-hija.
Vida y obra, pinchando sobre la foto
Ha ganado Eduardo Mendoza y, a bote pronto, parece mentira que hasta la fecha el escritor barcelonés no se haya dejado seducir por el Premio Planeta. Lo ha hecho en la 59ª edición del premio y se lleva por delante 601.000 euros. Tan solo el Nobel de Literatura recompensa con mayor largueza la dedicación a las letras. Pero aspectos monetarios al margen, es un hecho que en el Planeta de este año tocaba premiar a la literatura. Junto a Mendoza, la valenciana Carmen Amoraga, que fue también finalista del Nadal en el 2007, ha quedado también esta vez en el segundo puesto del podio.“Tengo dos o tres ideas que no me dejan dormir”, anunció el año pasado Mendoza en la presentación de su libro, el volumen de relatos Tres vidas de santos (Seix Barral), que reunía material antiguo, reticente a hablar de la obra que en aquel momento estaba elaborando y con la que acaba de ganar el Planeta. Por temática, su nueva novela que presentó bajo el título La muerte de Acteón, parece entroncada en algunas de las obras más ambiciosas y prestigiosas del autor. Como en La verdad sobre el caso Savolta o La ciudad de los prodigios, también aquí la narración se traslada al pasado, en concreto a la guerra civil española. En la primavera de 1936 un joven británico experto en pintura española viaja a Madrid pocos meses antes de que estalle la guerra civil española. Su objetivo es tasar un posible velázquez desconocido hasta el momento, pero los acontecimientos históricos acabarán complicando la misión.CAMBIO DE ESCENARIO ¿Cambio de rumbo, por tanto? “Me dejo conducir por la libertad y tengo todo el derecho a tomar un nuevo rumbo”, afirmó también el escritor que en los últimos años ha dedicado sus esfuerzos literarios a novelas más paródicas y de menor ambición, pero no por ello peor recibidas por su fieles lectores. Y por lo que parece también esta novela supone un cambio de geografía. A sus habituales coordenadas barcelonesas cabe añadir la nueva geografía madrileña que desarrolla en esta nueva obra.Cuando en 1975 apareció La verdad sobre el caso Savolta (premio de la Crítica) poco se sabía de su autor, un barcelonés que había aparcado su carrera de abogado para irse como traductor de las Naciones Unidas en Nueva York, ciudad donde escribió la novela que en muy poco tiempo habría de convertirse en el manifiesto fundacional de la nueva narrativa española. En 1983 regresa a Barcelona y tres años más tarde aparece La ciudad de los prodigios, posiblemente su obra de mayor reconocimiento público, en la que siguiendo la historia de la ciudad entre las dos exposiciones universales sienta las bases de una mitología barcelonesa que casi una década más tarde desembocará en los fastos de la Barcelona olímpica.Por el camino, Mendoza también reveló una vena satírica paralela a sus obras de mayor ambición con El misterio de la cripta embrujada y El laberinto de la aceitunas con las que extendió su éxito entre una capa lectora mucho más amplia y que se amplió con obras como La aventura del tocador de señoras, Sin noticias de Gurb o El fabuloso viaje de Pomponio Flato. Eduardo Mendoza siempre se había definido a sí mismo como un catalán que escribe en castellano pero se ha alejado voluntariamente de cualquier tipo de polémica.HISTORIA INTIMISTA La finalista, la escritora valenciana Carmen Amoraga, nacida en Picanya en 1969, tiene en su currículo el Premio Ateneo Joven, el de la crítica valenciana y fue finalista en el Nadal por la novela Algo parecido al amor, en el 2007. Carmen Amoraga presentó su novela con el título de La primera vez que no te conocí. En ella, una mujer cuya hija ha sufrido un accidente automovilístico y está en coma, debatiéndose entre la vida y la muerte, recuerda el pasado y las complejas relaciones que mantuvo con la joven.
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