Objetivo Torrevieja

Casi doscientas personas abarrotaron los locales de este entrañable local, en la víspera de la clausura de las Jornadas Gastronómicas “Torrevieja y el Mar”, que se celebrará hoy en el Restaurante Barlovento

Álbum, pinchando sobre la foto

Cuando hace treinta y seis años, Ramón Antón y María Muelas, abrieron un pequeño establecimiento hostelero en nuestra ciudad, nunca llegarían a pensar, que un día como ayer, su pequeño mesón, se convertiría en el protagonista de una jornada inolvidable. Mientras en un salón del local, seguían atendiendo a sus clientes habituales, cos que les honra, otro gran salón, la bodega y la terraza, eran tomados literalmente por una ola de amigos, dispuestos a que Ramón Antón (hijo) y la mujer de este Ángeles Sánchez, les ofrecieran el verdadero espectáculo culinario del que disfrutamos ayer. Para ir abriendo boca, se ofreció a los que iban llegando, en un informal cóctel en la terraza, una degustación de jamón ibérico de bellota y delicias de merluza. El menú, en sí se abrió con un conjunto de Tomate entero raff, con bonito, mojama y hueva. A continuación se sirvió una quisquilla cocida de la Bahía de Santa Pola, originalmente servida, en unas copas gigantes. Tras ellas y sobre sal gorda se sirvió un sabroso langostino de Huelva al estilo de un restaurante de allí, llamado Fuente Piña. Un riquísimo lomo de rodaballo, unía el mar a la huerta, cuando sobre el lecho de crema de almejas, era coronado con alcachofas de la tierra. Y el cierre a tan excelente menú, lo puso una chuleta de ternera lechal avileña a la leña de encina, con patatas a lo pobre, de un tamaño “como Dios manda”, rompiendo los esquemas de que un buen menú se degusta en porciones pequeñas. El postre fue una delicia de tres chocolates con crujiente, realmente sublime. Todo ello regado con vino dulce Las Reñas, Ribera de Duero “Conde San Cristóbal”, Rioja Reserva “Marques de Vargas”, Blanco “Aura Verdejo”, Agua Villadrau, Cervezas Mahou y Cavas. El punto más huertano lo puso a la hora del café la degustación de los paparajotes de María, que dieron paso a la degustación final de Whiskys, Ginebras y licores de la mejor calidad.
Más no solo “de pan vive el hombre”, como decía la cita bíblica, sino que el espectáculo gastronómico, estuvo acompañado por otro musical a cargo del mariachi “Melodías”, con sus rancheras, corridos y boleros. En el exterior unos burros se pasearon a sus anchas por el exterior de la terraza, ofreciendo una estampa bucólica y ya para los más atrevidos, si querían llegar a casa, con la comida “rebajada”, solo tenían que montarse en el “Toro mecánico” que se instaló en el exterior. En fin un buena apuesta en este final de las jornadas gastronómicas “Torrevieja y el Mar” que hoy finalizan en el Restaurante Barlovento de Cabo Cervera.

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