El Teatro Municipal acogió en la tarde de ayer la puesta en escena la obra “Mujeres: La Dramamedia”, con las insuperables actrices La Forte, Irene Junquera y Amagoia Eizaguirre, que representan una exclusiva fiesta entre amigas con personalidades totalmente distintas entre sí, que tras la ruptura amorosa de una de ellas, debatieron sobre el amor, sobre ser o no una super mujer, sobre el precio de los aguacates, sobre reinventarse, la autoestima, la culpa y muchas cosas más.
Ellas no tienen reparo en decirlo abiertamente sobre las tablas del teatro. La vis cómica de estas actrices se redescubre y se vuelve rumbosa cuando el trío protagonista pidieron que se enciendan los focos en el patio de butacas para dirigirse al público.
De alguna forma, fue un show autobiográfico sobre sus propias vidas, demonios y logros profesionales que luce empatía y mucha franqueza. Las responsables de las incontables risas del público se permiten algunas licencias vinculadas a su apabullante naturalidad.
Uno de los momentos de esos hilarantes fue el “Infodramedia”, donde la Forte e Irene Junquera mostraron sus dotes periodísticas y Eizaguirre expuso su gran habilidad comunicativa, sin desaprovechar la autopromoción y la frase “vengo a hablar de mi libro” que popularizó el escritor Francisco Umbral.
Las protagonistas se sentaron en una mesa que simula un informativo para compartir algunas noticias desternillantes, como una cuyo titular reza “Las ranas hembras fingen estar muertas para no aparearse con los machos que no les atraen”.
Sin embargo, la esencia no se pierde en ningún momento y los diálogos se adaptan a la actualidad. De esta forma, el talk show revela un auténtico desmadre al ritmo de Zorra, la canción que representará a España en Eurovisión.
No faltaron anécdotas de Junquera con Cristiano Ronaldo y Brad Pitt o el alegato de la Forte a favor del Tinder y su confesión sobre los retoques estéticos de los que tan orgullosa se siente.
El combustible de estas mujeres no se agotó. Sus “batallitas” se conviertieron en una novela turca que es el momento más esperado de sus reuniones de amigas. También de la maternidad, “no tengáis hijos”, dijo harta de tener que aguantar las conversaciones sobre desvelos y destetes. La despedida se cierra con un himno, A quién le importa de Alaska, que termina con un público entregado y feliz.
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