Los socios de Gaex, ofrecieron a los madrugadores que participaron en la Diana un desayuno en el que emplearon 120 litros de chocolate, 600 raciones de bizcocho, 1200 paparajotes y 300 raciones de Mona.
Torrevieja amanecía ayer con una temperatura algo fría, que no fue impedimento para que con las primeras luces del Día Grande de las Fiestas, más de dos mil personas se echaran a la calle en la tradicional Diana, que en pocos años se ha convertido en un fenómeno de masas. La de ayer superó todas previsiones, ya que al madrugón antológico, los componentes de los salerosos iniciaron el largo pasacalles con que despertar todos anunciando el día el de la Inmaculada.
Tradición
Una de las paradas ya “tradicionales” la hicieron en la sede de la Ong GAEX (Grupo de amigos exadictos), en la calle Caballero de Rodas 181, donde fueron obsequiados todos, como desde hace ya muchos años, con una chocolatada y buñuelos. Los socios de GAEX se emplearon a fondo trabajando de madrugada para ofreces 120 litros de chocolate, 600 raciones de bizcocho, 1200 paparajotes y 300 raciones de Mona, para que nadie quedará sin su desayuno.
Todo comenzó con un “loco” recorrido por las calles, parando en aquellos lugares donde tradicionalmente lo hacen, contando con la Reina de la Sal, Mireya Hernández Gómez y sus damas Paula García Mañogil y Beatriz Cerdá Pardo, que este año no se han perdido “charamitaso”.
La mañana se volvió loca, y una verdadera pléyade de gentes bailaba al son de una música, que lo mismo te sonaba a pasodoble, que la marcha mora, y que no dejo a nadie indiferente, con canciones como “Paquito el Chocolatero”, “Help” y tantas otras que dejaron las gargantas “listas de papeles”.
Una mañana desde luego muy divertida que cada año congrega a mucha más gente convirtiéndolo después de las Paellas en el acto más popular de nuestras fiestas.
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