Paolo Ruggiero, en el papel de Nabucco, un magnífico coro y la excelente música de la Sinfónica de Pleven (Bulgaria), hicieron de la representación un espectáculo único
Se llenó el teatro Municipal de nuestra ciudad, para asistir a la representación de la ópera de Giusseppe Verdi “Nabucco”. Quizá la más conocida del compositor italiano. Está estructurada en cuatro actos, con libreto en italiano de Temistocle Solera, basada en el Antiguo Testamento y la obra Nabuchodonosor, de Francis Cornue y Anicète Bourgeois. La obra se estrenó en Milán, en el Teatro alla Scala, el 9 de marzo de 1842. Y cuentan las crónicas que esa noche cuando resonó el coro con esas palabras del tercer acto: “Oh mia patria sì bella e perduta! (¡Oh patria mía, tan bella y perdida!)”. que añoraban la patria perdida, los italianos presentes sintieron la canción en su propio corazón, la dominación austriaca y su patria fragmentada les dolía tanto como el exilio, al coro de los hebreos de la representación y desde entonces se cuenta que no existe italiano que no rinda su corazón ante el coro. “Va, pensiero”, esta frase se ha convertido, con el tiempo, en un himno de los oprimidos en pos de la libertad y el respeto a la humanidad. La representación en nuestra ciudad, contó con la extraordinaria voz del barítono Paolo Ruggiero, en el papel de Nabucco, personaje central que representa al rey de los asirios, que recibió los mayores aplausos, junto al director de la Orquesta Sinfónica de Pleven (Bulgaria), Martin Mazik. Destacable la actuación de Elena Baramova como Abigaille y Marco de Carolis en Ismael. Mención aparte merece el numeroso coro que con más de 120 miembros fueron parte primordial de la obra que tuvo su cenit con la interpretación, como ya hemos citado de “Va, pensiero”. Un acierto de la organización fue la instalar un cartel luminoso de lectura sobre la embocadura del teatro en la que se iban traduciendo las letras de las canciones y que ayudó sobremanera a comprender la tragedia que se narra en la obra. Unos magníficos decorados y un vestuario y ambientación sobresaliente, pusieron la guinda a una noche inolvidable para todos los privilegiados que anoche pudimos asistir a un bello espectáculo cuyas casi tres horas de duración pasaron volando.
“Nabucco”, cuenta la historia de este personaje, rey de los asirios, el cual derrota en una batalla al pueblo hebreo. No obstante, los hebreos hacen prisionera a su hija, Fenena, valiéndose de ella para poder equilibrar las exigencias del general. A partir de esta historia se despiertan las intrigas de la ópera verdiana.
Este año 2013 es una fecha especial en cuanto a lo que la obra de Verdi se refiere, pues se cumplen 200 años de su nacimiento.
SINOPSIS
Título original: “Nabuchodonosor” Tragedia lírica en cuatro actos de Giuseppe Verdi
Libreto de Temistocle Solera, esta basada en el Antiguo Testamento y la obra “Nabuchodonosor” de Francis Cornue y Anicète Bourgeois. Versión original en italiano con sobretitulos en español.
Los personajes: Nabucco, rey de Babilonia, Ismael, sobrino del Rey de Judá (Jerusalén), Zacarías, gran sacerdote de los hebreos, Abigail, una esclava presunta hija de Nabucco, Fenena, hija de Nabucco, Tres papeles menores y coros.
ACTO I – Templo de Salomón en Jerusalén El ejército de Babilonia, bajo las órdenes de Nabucco, está a punto de caer sobre Jerusalén. En el interior del templo, Zacarías, gran sacerdote de los hebreos, tiene en su poder, como rehén, a Fenena, hija de Nabucco. En un momento dado podría ser útil para negociar la paz entre judíos y babilonios. Zacarías exhorta a los hebreos a rechazar al enemigo y, al frente de las tropas, se apresta a defender la ciudad y el Templo. La prisionera ha sido confiada a Ismael, sobrino del rey. Pero Ismael y Fenena están secretamente enamorados. Fenena liberó a Ismael de la prisión de Babilonia y éste va ahora a liberar a Fenena. Al pretender huir con ella, las tropas babilonias al mando de Abigail toman el Templo. Abigail (todos la tienen por primogénita de Nabucco, hermana, por tanto, de Fenena) ama a Ismael. Se dirige con sarcasmo y cólera a la pareja y ofrece liberar al pueblo de Israel si Ismael corresponde a su amor. Éste rehusa. Nabucco ordena a sus soldados saquear y destruir el Templo de Salomón, y Zacarías se dispone a sacrificar a Fenena. Ismael se interpone entre ellos salvándola de la muerte. Todo el pueblo le maldice por traidor.
ACTO II – Aposentos de Nabucco en Babilonía El palacio real de Babilonia. Abigail ha obtenido el documento que revela su verdadero origen: no es hija de Nabucco, es sólo una esclava, pero no está dispuesta renunciar a sus deseos de poder. Está colérica contra Nabucco, todavía en guerra contra los hebreos, porque ha confiando la regencia a Fenena, enviándola a ella a Babilonia. Se ha visto así privada del trono y del amor de Ismael. En el corazón de Abigail no hay sitio para sentimientos de humanidad y amor. El Gran Sacerdote comunica a Abigail que Fenena, la regente, ha liberado a los hebreos, y que Nabucco ha caído en el combate. Es necesario que ella se haga con el poder. Zacarías se dirige a las habitaciones de Fenena con la intención de convertirla a la religión hebraica. Entran Zacarías, su hermana Anna y Fenena. Los levitas rechazan y maldicen a Ismael por su traición. Anna disculpa a Ismael: Fenena se acaba de convertir e Ismael salvó a una hebrea. Abdal oficial fiel a Nabucco, informa a Fenena de la muerte del rey y la subida al trono de Abigail. La noticia de la muerte de Nabuco era falsa. Nabucco regresa inesperadamente y reclama para sí la corona.
ACTO III – Sala del trono Escena primera Abigail ha asumido temporalmente el poder, dice que por enajenación mental de Nabucco. El gran Sacerdote pretende que ella firme la sentencia de muerte de Fenena y los judíos. Abigail no quiere asumir esta responsabilidad y engaña a Nabucco, para que personalmente firme la sentencia de muerte como así lo hace. En un momento de lucidez, reacciona y busca desesperado el documento que prueba el origen servil de Abigail. Ella tiene el documento y lo destruye ante el propio Nabucco. Escena segunda Obligados a trabajos forzados los hebreos sueñan con su patria perdida. Zacarías está con ellos y les da ánimo. En una visión profética, predice el fin de la esclavitud de los hebreos y la destrucción de Babilonia.
ACTO IV Escena primera – Apartamentos del palacio real Nabucco despertándose de un sueño plagado de pesadillas, oye voces, a lo lejos. No se imagina quien puede ser, hasta que adivina que es el cortejo que conduce a su hija al suplicio. Él, prisionero en su propio palacio, no puede hacer nada para ayudarle. En este instante llega Abdal con los guerreros fieles al rey. Al frente de sus súbditos leales se precipitan todos al exterior para salvar a Fenena y dar el castigo merecido a los traidores. Escena Segunda – Jardines colgantes. A los acordes de una marcha fúnebre se acerca Fenena y los judíos condenados. Consolada por Zacarías, Fenena se apresta a afrontar el martirio. La llegada de Nabucco y sus guerreros salva a todos de la muerte. El rey da orden de destruir el ídolo Baal. Da la libertad a los hebreos y autorizándolos a regresar a su patria, les exhorta a que adoren el único y verdadero Dios. Abigail, que se ha tomado un veneno, sostenida por dos guerreros, está a punto de expirar. Pide perdón a Fenena y confía los dos enamorados a la protección de Nabucco. Ella muere invocando al Dios de los hebreos.
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Filed under: Cultura |
Para mí los mejores fueron Abigail, como ya has comentado y el sumo sacerdote, Zacarías, excelente como bajo y con registros de voz que llegan a los del barítono Nabucco. Éste estuvo casi tan bien como los 2 mencionados, estando algo más floja Fenena y, a mi modo de ver, francamente flojo y muy pobre Ismael, que tenía pasajes en los que se podía haber lucido y nada de nada, incluso muy pobre de voz y lo puedo juzgar bien pues estuve en la fila 1.
Y no dejo de mencionar al director de la orquesta y cantantes a los que estuvo “apuntando” vocalizando todas las canciones que se cantaron (lo tenía casi al lado de mi butaca) así como a la propia orquesta de Pleven que estuvo bastante aceptable.
En conjunto, un magnífico espectáculo que ¡ójala! se prodigue muchas veces. Si volvieran a Torrevieja a interpretar La Traviata en otoño, compraría las entradas ya mismo. ¡Enhorabuena a la Corporación Municipal y en especial, al concejal de Cultura LuisMa Pizana por este magnífico espectáculo! Muchas gracias de corazón.