Objetivo Torrevieja

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Por fin anoche llegó el momento esperado con culmina un año de trabajo de las diferentes comisiones de hogueras que hacen que nuestra Ciudad mantenga viva la tradición de las Hogueras de San Juan. La de anoche fue una noche de Cremá un tanto peculiar. Como siempre y con el protocolo habitual se procedió, tras la entrega de reconocimientos a los que han participado en todas las actividades de la Hoguera del Acequión, a la cremá de la misma.
Una fabulosa hoguera coronada por una pajarita de papel de colores que reunió en torno al fuego a cientos de personas que tras el encendido por parte de la reina del fuego del Barrio, acompañada de la corte salinera y de la concejal de Fiestas, África Celdrán dio lugar a una exhibición luminotécnica maravillosa. A ello le siguió la gran “bañá”, en la que los espectadores jóvenes y no tan jóvenes a gritos e “insultos” contra los bomberos son literalmente empapados, mientras el monumento fogueril se va consumiendo.

Alfredo ¡Baja! ¡Baja!
Y llegó el momento más polémico de la noche. Durante toda la tarde se estuvo especulando con si se quemaría o no se quemaría la hoguera mayor del Barrio del Calvario, ya que al parecer una comisión técnica había considerado que la altura de la misma, dada la cercanía de edificios habitados a su alrededor era superior a lo que se establece en las reglas de este tipo de eventos. Pero a la una de la mañana y cuando los bomberos y todo el dispositivo estaba preparado para prender la hoguera, el jefe de los bomberos, no quiso asumir la responsabilidad y el peligro evidente que el acto entrañaba y desistió de quemarla. Ello dio lugar a reacciones tan insólitas como que el constructor de la hoguera, en su desesperación por lo que suponía tirar por tierra diez meses de “trabajo e ilusión”, como el mismo decía, se encaramó a una de las torres de la hoguera que coronaba un enorme sol, con la intención de desmontarlo. Ello dio lugar a su desalojo de la zona de seguridad por parte de la policía local en previsión de que el sol cayera, al tiempo que a gritos, se instaba a Alfredo a bajar del monumento, pero ni las voces de los agente s de la autoridad, ni de los familiares cercanos, parecía hacerle desistir de su empeño. Más parecía un plante por el disgusto que realmente la acción que pretendía. En esas apareció Inma Vera, que a grito pelado le hizo desistir y renegociar con todos la forma más adecuada de prenderle fuego. Entonces se procedió a la cremá de la hoguera infantil, entre las lágrimas de sus autores que, desde luego, habían realizado una obra de arte que desaparecería en minutos, antes los ojos de todos.
Por fin todos de acuerdo y a los gritos ¡que se queme! ¡Que se queme! , se inició el encendido de la hoguera mayor que dio lugar a un espectacular castillo de fuegos artificiales que asombró por su espectacularidad a los presentes. La cremá de la hoguera fue lenta, quizás más de lo previsto por la distribución de los diferentes elementos que la conformaban, pero la labor impagable de los bomberos, no solo refrescando fachadas y previniendo cualquier contingencia, sino avivando las llamas concluyó con la hoguera consumida, y lso asistentes bañados como pedían efusivamente. En fin final feliz a una noche que en principio se presentaba bastante problemática, gracias a las buenas maneras de todos en especial de lso bomberos de nuestra ciudad.

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