Objetivo Torrevieja

Álbum, pinchando sobre la foto

Fernando Guardiola

Anoche después del concierto de las “Nancys Rubias”, quise darme una vuelta por las diferentes playas para ver cómo se estaba desarrollado lo que puede ser una noche histórica, en la que una noche de San Juan no hay fuego, qué es cómo hacer un “Arroz con bacalao” sin bacalao. La cuestión es que llegar a la playa de los náufragos era como lo más parecido a llegar a un lugar poco menos que hostil, era impactante llegar a una playa en la que tradicionalmente se ha respirado un ambiente festivo y chocar con una barrera y un dispositivo de fuerzas de seguridad de Policía Local, Guardia Civil y Protección Civil, poco menos que “intimidatoria” y desde luego totalmente “disuasoria” Una vez ya en la arena en la que no había ¡claro!, ni la mitad de personas que otros años acuden, entre trago y trago, la crítica casi general era la falta de previsión, que en este caso han mostrando las autoridades municipales; ya que sí en los años anteriores, se ha quemando palets o enseres que llevaban púas o clavos, muchos son los que se dirigían a mí para comentarme, que se podía haber solucionado de otra manera, y aportaban soluciones. Unos decían que se podría haber hecho como en Guardamar, acotando una zona para hogueras. Otros que igual que se gasta dinero en otras fiestas que el Ayuntamiento podría haber facilitado la madera y así docenas de propuestas. Lo que sí ha continuado igual que en otros años, ha sido el tema del “Botellón”, porque cientos de jóvenes han vuelto a llevar sus neveras repletas, de vasos y botellas de vidrio, … todo para disfrutar al aire libre de algo que también debería ser un poco más controlado. En fin como decía una señora en la playa del cura “Una noche de San Juan sin hogueras, es como un jardín sin flores”. A ver si el año que viene, quienes estén en el poder por estas fechas, se “ponen las pilas” y hacemos lo posible para que una tradición secular a nivel mundial, sobre todo en la zona mediterránea, no se deja perder. Conservar las tradiciones es algo qué debería incluirse en los deberes y obligaciones de cualquier político y si para ello hay que dejar correr la imaginación, tenemos un año por delante para recibir propuestas y ponerlas al servicio de los ciudadanos el próximo año.

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