Objetivo Torrevieja

Álbum, pinchando sobre la foto

VIDEOS: 1 PARTE / 2 PARTE (M.Carmen Lavesa)

La Orquesta sinfónica de Torrevieja, de la mano de su director titular José Francisco Sánchez, alcanzó anoche un notable éxito de público, que casi llenó el Auditorio Internacional de Torrevieja. El programa que interpretaron estuvo compuesto por la obertura de las bodas de fígaro, y el concierto “turco” para violín Nº 5 de Mozart, llamado así por la inclusión de un fragmento de música turca en su último movimiento; y en la segunda parte la SINFONÍA “DEL NUEVO MUNDO”, del compositor checo Antonín Dvorak, compuesta durante su estancia en Estados Unidos; en total dos hora de buena música, que deleitaron al público, y que agradecieron con fuertes aplausos.
Como violín solista actuó José Néstor Tomás, que durante 7 años fue concertino de la JONDE (Joven Orquesta Nacional de España).
La primera parte, toda de Mozart, comenzó con “las Bodas de Fígaro”, que fue estrenada el 1 de mayo de 1786; seguido del Concierto para violín y orquesta nº5, que se estrenó en Salzburgo en 1775. Antes del descanso el solista ofreció un bis,solo de violín, que resaltó sus dotes como intérprete.
En la segunda parte se escuchó una de las sinfonías más conocidas de la música clásica, la sinfonía nº 9 “Del nuevo mundo” de Dvorak, que se estrenó con gran éxito en Nueva York en 1892. Para su composición Dvorak se inspiró en el folklore popular de su país de origen (Chequia) y de su país de adopción, EEUU. Sin embargo Dvorak nunca utilizó temas directamente tomados del folklore, sino melodías de su propia invención modeladas al estilo popular o a la manera de la música negra, pero en ningún momento llega a la cita textual.
Al finalizar, y a petición del público, el director nos regaló las danzas eslavas de Dvorak.
Como anécdota en el ensayo general de la Orquesta, estuvo escuchando César Álvarez, que  uno de los directores españoles de más prestigio internacional.

JOSÉ  NÉSTOR TOMÁS LOBA Nace en Murcia, comenzando sus estudios de violín en dicha ciudad. Emilio Fenoy y Rezart Kapetani son sus maestros durante el grado medio. Accede a la Orquesta de Jóvenes de la Región de Murcia (OJRM) en su sección de aspirantes y principal siendo en esta última en la que permanece durante siete años como concertino realizando conciertos de solista y realizando giras por Francia y China. Obtiene el Premio Extraordinario Fin de Grado Medio en el Conservatorio de Murcia tocando la Sinfonía Española de E. Laló con la orquesta del centro.  Se traslada a Barcelona para estudiar en Esmuc el grado superior con el concertino del Gran Teatre del Liceu Kai Gleusteen, compaginando master de violín en Karlsruhe (Alemania) con Ulf Hoelscher. Además en Esmuc realiza estudios de música de cámara con el Cuarteto Casals y de violín histórico con Emilio Moreno. Ingresa en la Jóven Orquesta Nacional de España (JONDE) estando en esta formación tres años, siendo concertino de ella.

Ha realizado giras por EE.UU (New York-Carnegie Hall, Miami-Center for the performing arts) Venezuela (Caracas) tocando con la Orquesta Simón Bolívar de Venezuela.

Ha trabajado con directores de la talla de Frubeck de Burgos, Cristóbal Halfter, Hernandez Silva, Jordi Mora, Josep Pons, Leonardo Martínez, Virginia Martínez…

Actualmente es colaborador de la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia, concertino y director musical de Camerata de Murcia y concertino de la Orquesta Sinfónica Ciudad de Elche.

LA ORQUESTA SINFÓNICA DE TORREVIEJA comienza su andadura en el año 2008. Su repertorio abarca todas las épocas y estilos musicales, desde el Barroco hasta la música contemporánea.

Han colaborado con la Orquesta solistas de reconocido prestigio como Diego Tárrega (Tenor), Oksana Solovieva (Violín), así como directores invitados como el Maestro Sainz Alfaro. Su actual concertino es Stanislav Tkach.

La Orquesta ha realizado Conciertos Sinfónicos-Corales que han tenido lugar tanto en el Nuevo Auditorio Internacional de Torrevieja, como en el ADDA de Alicante, abordando obras como El Mesías de G. F. Haendel o el Réquiem de Mozart, obteniendo un gran éxito de público y crítica.  El pasado mes de julio alcanzó un gran éxito musical en los Conciertos que realizó junto al Orfeón Donostiarra tanto en Torrevieja como en el ADDA de Alicante, en conmemoración del 60 Aniversario del Certamen de Habaneras y Polifonía de Torrevieja.

JOSÉ FRANCISCO SÁNCHEZ Profesor Superior de Oboe, Licenciado en Dirección por The Associated Board of the Royal Schools of Music (LRSM). Ha dirigido como invitado la Unión Musical Torrevejense, la Banda Sinfónica del Conservatorio Superior de Música de Murcia, así como Conciertos de Coro y Orquesta con el Coro Maestro Casanovas, con el Orfeón Municipal “Ricardo Lafuente” de Torrevieja y con el prestigioso Orfeón Donostiarra.

Ha realizado una intensa actividad, destacando los Conciertos de Antología de la Zarzuela en el ADDA de Alicante, los Conciertos de Año Nuevo, el Concierto de Grandes Coros de Ópera, Las 8 Estaciones de Vivaldi-Piazzolla, el Ballet Cascanueces… En la actualidad es Profesor de Música de Cámara del Conservatorio Superior de Música Manuel Massotti Littel de Murcia y Director Titular de la Orquesta Sinfónica de Torrevieja.

PROGRAMA

I

• Las bodas de Fígaro (Obertura) …………………………………………………………..….. W. A. Mozart

• Concierto N. 5 en La Mayor para Violín y Orquesta K. 219 “El Turco” ………. W. A. Mozart

1. Allegro aperto
2. Adagio

• Rondeau (Tempo di Menuetto)

II

• Sinfonía No. 9 en mi menor, Op. 95 ………………………………………………………..… A. Dvorak

1. Adagio – Allegro molto
2. Largo

• Scherzo (Molto vivace)

1. Allegro con fuoco

NOTAS AL PROGRAMA

¡Mozart, siempre Mozart! Decía Salieri en la película de Milos Forman ¿Y qué mejor que la música de Mozart para comenzar un concierto?  “Las Bodas de Fígaro” nos muestran a un Mozart en todo su esplendor, había dejado atrás las obras de juventud y dominaba el lenguaje operístico como nadie en su tiempo. En esta ópera nos presenta, con toda la brillantez propia del Rococó tardío, una comedia de intriga, engaños galantes y sutileza, con complejas escenas y múltiples personajes. Fue estrenada el 1 de mayo de 1786 con un éxito que le permitió nueve representaciones más hasta diciembre, después se estrenó en Praga con un triunfo aún mayor. La obertura comienza con un pianissimo de la cuerda alrededor de los dos acordes fundamentales, adornados con floreos descendentes y notas de paso  crean una sensación de misterio y una acumulación de energía que pronto lo inunda todo. Tras la entrada de los oboes y el primer fuerte orquestal, los forte-pianos que salpican la obra son una muestra más de la capacidad de Mozart para sorprendernos, para de conseguir la atención permanente del público.  Escrita con una estructura binaria A-B concluye con una coda espectacular dejando el ambiente en la situación idónea para que continúe la función.

                Y en vez de Fígaro midiendo su habitación escucharemos el concierto nº 5 en  LaM  denominado el “concierto Turco”. Entre abril y diciembre de 1775 Mozart compuso cinco conciertos para violín y orquesta, de ellos los tres últimos conciertos pueden considerarse como obras maestras. La elegancia de la escritura, su riqueza tímbrica, su desbordante inspiración y el dominio magistral de la forma parecen algo totalmente fuera del alcance de una persona de 19 años, salvo que esa persona sea Mozart. A los cinco conciertos hay que añadir el Adagio K 261 y los Rondós K 269 y 373 que algunos solistas sustituían por movimientos de sus conciertos  para eliminar dificultad técnica e interpretativa. En esta época Mozart era Konzermeister  de la orquesta del príncipe-arzobispo de Salzburgo y a sus conocimientos como violinista unió las experiencias de sus viajes a Italia a principios de los setenta, allí conoció la obra para violín de los compositores Italianos: Corelli, Tartini, Vivaldi… que dejaron una profunda huella en el joven talento. El Concierto se estrenó en Salzburgo en 1775  (lo concluyó el 20 de diciembre) y es el más personal y atractivo de la serie. Consta de tres movimientos Allegro aperto, Adagio y Rondo (Tempo de minueto), el Allegro aperto comienza con una brillante introducción orquestal en la que se presentan los dos temas principales, uno arpegiado y otra más lírico que nos recuerda levemente a Haydn, el violín hace su aparición en un Adagio de seis compases que representa una novedad formal y con el que concluye la introducción y da paso a un nuevo Allegro en el que el violín no repite el primer tema sino que crea sobre él una melodía de mayor entidad, algo novedoso para la época. El Adagio es Mozart en estado puro, tranquilo, evocador, ensoñador. La orquesta presenta los dos temas principales antes de la aparición del solista que desarrolla el material temático con la sencillez y encanto que solo queda al alcance de los genios. El rondo-tempo de minueto concluye este magistral concierto mostrando todas las posibilidades del instrumento sin perder el estilo galante tan de moda en ese momento.

En junio de 1891 Dvorak recibe una más que generosa oferta para hacerse cargo de la dirección del conservatorio nacional de música de Nueva York. En septiembre de 1892 el compositor se trasladó a los Estados Unidos y fue allí donde compuso la más conocida de sus sinfonías la nº 9 “Del nuevo mundo”.  El folklore de su nuevo país fue la fuente de la que bebió para escribir muchos de los temas de su sinfonía si bien su primer proyecto americano fue  una ópera basada en el poema Hiawatha de Henry Longfellow, de este intento abandonado saldrían mucho de los temas para la sinfonía que comenzó a escribir en diciembre de 1892 y terminó en mayo de 1893. Muestras de este folklore encontramos en el primer Allegro, la obra comienza con un adagio a modo de introducción, el primer tema tiene semejanza con la canción Little Alabama Coon llevada al modo menor. El segundo tema de este primer movimiento presentado por la flauta en Do mayor recuerda al espiritual negro Swing low, sweet chariot. Es importante recordar que pese a estas menciones, Dvorak nunca utilizó temas directamente tomados del folklore, sino melodías de su propia invención modeladas al estilo popular o elaboradas a la manera de la música de los negros, pero en ningún momento se llega a la cita textual de un tema folklórico conocido. El segundo movimiento se basa en una melodía presentada por el corno inglés con tratamiento de música negra. En el Scherzo del tercer tiempo encontramos la esencia pura de la sinfonía, los temas americanos y la nostalgia que sentía el maestro de su Bohemia natal, el primer tema es una danza india Pau-Puk-Keewis mientras que el segundo es de inspiración checa. El último movimiento Allegro con fuocco, comienza con una introducción que da paso al conocido tema principal presentado por la trompas y trompetas de forma triunfal, después aparecen temas ya expuestos en  el primer movimientos y la técnica de orquestación de Dvorak llega a su punto más altos con espectaculares cumbres sonoras.

Tras el estreno Dvorak contaba a su editor en una carta: “El éxito de la sinfonía fue indescriptible; los periódicos escribieron que nunca aquí ningún compositor había alcanzado tanto éxito. Yo estaba en un palco; la sala estaba llena del más encopetado público de Nueva York. La gente me aplaudió tanto que tuve que darle las gracias desde el palco, ¡como si fuera un rey!”

HUGO VALERO

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