Objetivo Torrevieja

Un año más, Torrevieja disfrutó del evento astronómico del verano

Álbum 1, pinchando sobre la foto (P. Grimao)

Rubén Torregrosa

Álbum 2, pinchando sobre la foto (Lorca, Rubén T.)

Álbum 3, pinchando sobre la foto (Adrián R.)

Multitud de personas se dieron cita a lo largo de la noche de ayer martes en las calas de Torrevieja para contemplar el fenómeno astronómico por excelencia del verano. Las lágrimas de San Lorenzo, como se les conoce popularmente a las Perseidas, presentaban este año malas previsiones de observación por la presencia de una Luna casi llena que brilló con fuerza dificultando la observación.
A las nueve y media de la noche comenzó la observación a través de telescopio del planeta Saturno para luego pasar a observar nuestro satélite que aparecía por el horizonte a las diez de la noche. Ya avanzada la noche, se comenzaban a escuchar las primeras exclamaciones al observar como los pequeños fragmentos de polvo, procedentes del cometa Swift-Tuttle, se quemaban en la atmósfera provocando el fenómeno de la estrella fugaz. Las previsiones se cumplían y no se vieron muchas estrellas fugaces.
La noche transcurría bajo una ligera brisa que permitía una observación en óptimas condiciones de temperatura después de unas noches en las que el calor y el bochorno están siendo los protagonistas.
Muchas fueron las personas, tanto niños como mayores que, aprovechando la observación, se trasladaron a la zona de la Cala de La Higuera con tumbonas, sillas y hasta la cena, para disfrutar de una agradable noche bajo las estrellas.
La observación se prolongó hasta la una de la madrugada, aunque muchas personas continuaron disfrutando de las lágrimas de San Lorenzo y la Luna junto al mar pasada esta hora aprovechando el buen tiempo reinante.
El día anterior, un grupo de la asociación Astroingeo de Alicante, entre los que se encontraban cuatro torrevejenses, se desplazó a la localidad de Lorca para disfrutar de la noche de las Perseidas desde lo alto del castillo. Más de doscientas personas pasaron a lo largo de la noche por lo alto de la Torre Alfonsina para disfrutar de la Luna y de alguna estrella fugaz, aunque el elevado calor y humedad dificultaron de nuevo la observación en óptimas condiciones. La actividad se complementaba con música en directo, una cena con menú especial y una visita guiada por el castillo.
En estas noches de verano en los que disfrutamos de buen tiempo y calor, siempre son agradables este tipo de iniciativas que buscan acercar el mundo de la cultura y la astronomía a toda la ciudadanía. Las Perseidas ya van a menos, pero sólo tendremos que esperar un año para volver a disfrutar de ellas en muchas mejores condiciones de observación, ya que la Luna no brillará tanto.

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