Objetivo Torrevieja

Álbum, pinchando sobre la foto

Rostro de Jesús Cautivo del Amor

Hace unos días fue presentada en el XXI Encuentro Provincial de Cofradías y Hermandades de Semana Santa, celebrado en el municipio alicantino de Pinoso, la última obra realizada por el escultor torrevejenses, Víctor García. Se trata de la talla de Nuestro Padre Jesús Cautivo del Amor para la Cofradía de la Esperanza Pilareña de El Pilar de la Horadada (Alicante). Esta imagen procesional, realizada con motivo del XX aniversario de la hermandad, hará su entrada en El Pilar de la Horadada el próximo día 16 de noviembre, en un acto en que la imagen será recibida procedente desde la ciudad salinera. Respecto a su iconografía, esta hechura cristífera labrada en madera de cedro a tamaño natural, policromado y representa el Prendimiento de Cristo una vez maniatado y recibido el beso de Judas Iscariote, señal concertada entre el traidor y el Sanedrín para identificar a Jesús dado su tremendo parecido con el apóstol Santiago el Menor. La vestimenta prioritaria con la que hará estación de penitencia el Cautivo será la túnica rústica blanca, siguiendo la estela trinitaria, si bien posee otra granate confeccionada por Bordados Paredes de Guardamar del Segura (Alicante). Como exorno lleva potencias cinceladas por Paula Orfebres de Lucena (Córdoba). La titular mariana, realizada también por Víctor García, es la segunda Dolorosa del autor, quien la intervino hace cuatro años .
Ver a Víctor García trabajar en sus talleres, en una imagen como la que nos ocupa es lo más parecido a encontrarse con las manos de un creador. Observar como de un pequeño taco de madera de cedro a base de darle a la gubia se transforma en un pie de perfecta hechura donde las venas y tendones parece que van a cobrar vida es algo impagable. Y si al mirar hacia arriba observas que el propietario de ese pie es un Cristo de una belleza inmortal como la del Cristo que nos Cautivo, cuyo rostro es la perfección de una talla impresionante. Unos ojos que inspiran el perdón de un beso perdido en un huerto de olivos y que sabe a traición. Unas barbas mesadas y un pelo desordenado aunque realizado de tal manera como solo un artista de la talla de Víctor García puede realizar, comparable solo con el barroquismo de Salzillo y la sobriedad de los artistas castellanos.

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