Objetivo Torrevieja

Fernando Guardiola

Quiero antes de comenzar mi artículo de opinión, aclarar que no pretendo con él acusar ni a unos, ni a otros responsables de los que deberían haber hecho de nuestra ciudad un lugar compatible entre coches y personas, sino que sirva a modo de reflexión para este problema tan acuciante en Torrevieja. El último capítulo de la prohibición de aparcar en Ramón Gallud, es una anécdota comparado con lo que en realidad supone el día a día de los que tenemos que utilizar el coche para movernos por la ciudad. Una ciudad que desde hace muchos años tenía que haber tenido hecho un plan de tráfico rodado, con entradas en condiciones y dignas. Es inconcebible que una gran ciudad como la nuestra en  cualquiera de las entradas por el norte, léase Carretera de Crevillente o Calle Apolo, al llegar al centro se bifurquen por calles secundarias, mal indicadas y llenas de señales de stop, que lo único que hacen es generar accidentes, ya que psicológicamente los viajeros que desconocen la ciudad, piensan que entran por viales principales, como sucede en la calle San Policarpo, en el que día sí y día también en su intersección con Campoamor, hay accidentes. Pero a lo que vamos, que es la carencia de aparcamiento en la ciudad. No entiendo que a estas alturas aún o se haya hecho un estudio pormenorizado de las concesiones a vados, zonas de carga y descarga, o zonas de coches oficiales, además de las distribución más idónea de los aparcamientos para minusválidos. Cientos de las plazas de aparcamiento de la ciudad los ocupan este tipo de concesiones, sin contar las terrazas de los bares, contenedores, zonas de obras, etc. Hay zonas en que coexisten dos zonas de carga y descarga en 50 metros, seis vados y dos contenedores. Ya digo que estos son opiniones propias, pero sugiero al Ayuntamiento que dispone de asesores cualificados para ello que haga una revisión exhaustiva de los vados, quienes pagan y quienes no merecen tenerlo. Porque cada dos por tres te encuentras varios espacios para carga y descarga que permanecen la mayoría del día vacíos, dentro de los horarios de uso. Por otro lado me pregunto ¿hasta cuando hay que esperar para que los propietarios de los Parkings de la ciudad, se pongan de acuerdo y emitan unas tarjetas para residentes, y para profesionales que nos haga más llevadero el tener que usar casi a diario y a en ocasiones, sobre todo en verano, dos y tres veces sus servicios?. Lo de la Calle Ramón Gallud, que quieren que les diga. Un mes de aparcamiento que le han regalado a los comerciantes, respecto a otros años que en esta época no se podía hacer. Pero insisto en que la fluidez del tráfico en este vial a veces es por causas tan nimias, como no disponer de semáforo en el paso de cebra más fluido de la ciudad, entre la plaza de la Constitución y la calle Concepción, en que a veces los viandantes pasan más diez minutos, cruzando ininterrumpidamente, ocasionando unos atascos espectaculares, mientras 50 metros atrás hay un semáforo peatonal con mucho menos uso. Podría seguir horas hablando de este tema, pero quiero que sea solo una pincelada de todo lo que cada día aguantamos los que no tenemos plaza reservada en nuestro lugar de trabajo, ni oficial, ni medio pensionista.

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