Rodolfo Carmona
Concejal del GMS de Torrevieja
Quisiera hablaros aquí y ahora de Bartolomé, un ser humano que vive en nuestra ciudad y que ha hecho de un parque municipal su casa, pues no tiene otro sitio donde ir. Bartolomé comparte junto a otras dos personas más su improvisado refugio de cartones y mantas bajo el helado cielo de enero.
Frisa los sesenta años, tiene serios problemas de visión y está operado del corazón, aunque no ha perdido su sonrisa. Subsiste de la solidaridad de algunos vecinos. Pero Bartolomé, ajeno a todo, tal vez sin sospecharlo siquiera, ha encendido la llama de la solidaridad y el compromiso social. Una iniciativa respaldada por numerosos vecinos y vecinas de Torrevieja que ha decidido poner pie en pared y han comenzado una campaña en redes sociales para revertir su situación y la de otros muchos.
Dicen algunos que el destino se lo forja uno mismo y si se ha acabado ahí por algo será. Ante esto solo puedo decir que no hagamos de su tragedia y la de otras personas algo inexorable. Neguémonos a ello. Existen muchos Bartolomés en nuestra ciudad, hombres y mujeres durmiendo en la calle, en parques, soportales, solares abandonados. Rebelémonos ante esta realidad, cambiémosla.
Hay que darles una alternativa distinta a la actual que es, después de la soledad, la soledad. Hagamos lo necesario para que esa doliente realidad se convierta en, después de la soledad, la dignidad. Del universo de la calle y la pobreza es casi imposible salir sin ayuda externa. Se entra en un bucle de invisibilidad social que destruye al individuo, a la persona, que la reduce a extremos difícilmente soportables.
Una Torrevieja mejor cada día es también una Torrevieja más concienciada, atenta a los que lo han perdido todo, dispuesta a dejarse la piel para cambiar las cosas, empeñada en cauterizar el horror con la acción, no permanecer de brazos caídos ante la realidad social que muchos padecen. Todos tenemos derecho a una segunda oportunidad. Todos tenemos la obligación de intentar al menos hacerlo posible.
La política local no puede estar descafeinada, no puede ser una actividad ajena a la esperanza, de espaldas a la búsqueda de soluciones a estos casos desesperados. Urge poner en marcha un albergue municipal y una mayoría social así lo respalda, como así lo han demandado las promotoras de esta idea. Esta iniciativa de la Asociación Adenis –fundada por un grupo de mujeres valientes y con los objetivos de desarrollo sostenible como guía, entre ellos el de poner fin a la pobreza en todas sus formas –, nace dentro de una certeza que está nítidamente instalada en el conjunto de la sociedad torrevejense.
A ellas, a esas mujeres que han dado el primer paso –el más difícil y necesario –, que han dicho basta, hay que actuar, les corresponde el mérito y el éxito de un albergue municipal que más temprano que tarde terminará siendo una realidad en Torrevieja.
Hace unos días miembros de la Asociación Adenis contactaron conmigo y me explicaron su proyecto y la situación de Bartolomé. Naturalmente me puse a su entera disposición. Ellas son las verdaderas heroínas de esta historia. Un ejemplo que todos deberíamos respaldar y poner en valor. De momento colaborando con la recogida de firmas que iniciarán en breve. Gracias Cristina. Gracias Ainara. Gracias Mar. Gracias Gemma. Gracias Ángel. Vuestra lucha es nuestra lucha. ¡ALBERGUE MUNICIPAL YA!
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