Antoni Jakubowski “el melomaniaco”
Después de un periodo de vacaciones, nos acercamos a la pronta inauguración de la siguiente temporada de conciertos en el Auditorio Internacional, con la participación de la Orquesta Sinfónica de Torrevieja. Por medio de la presente me permito acordaros una de las reglas de tradición, que el público debería conocer y aceptar.
Para una parte del público resulta sumamente difícil detener sus emociones, esperando el último acorde de la obra, para poder aplaudir la interpretación. A menudo unas cuantas personas, en forma espontánea trata de contagiar el resto de los presentes, aplaudiendo las partes de una sinfonía, que terminan con fuertes acordes, aunque el director de la orquesta, con el gesto de brazos levantados trata de informar a los oyentes, que la obra no ha terminado todavía. Me refiero a las piezas compuestas de varios movimientos como: sinfonía, solo concierto, oratorio, suite etc. Algunos compositores, incluso piden un silencio absoluto entre las partes de sus composiciones, para mantener durante la interpretación la máxima concentración en la orquesta y en los oyentes, alegando, que el aplauso entre las partes puede destruir el sentido emocional de la obra, ya que el silencio también forma parte de la música. El silencio entre los movimientos, nos puede servir para………..tomar el aire en forma más profunda o simplemente mejorar la forma de sentarse, pero….. no para aplaudir. De todas formas me permito defender al público que aplaude la sinfonía espontáneamente entre los movimientos. Seguramente este público no comete pecado, ya que reacciona inconscientemente contra las normas y contra la tradición. A veces el público fijo, que participa en todos los eventos musicales, tampoco puede sostener sus emociones, aplaudiendo la obra en los momentos menos adecuados. Puedo aseguraros, que este hecho no caracteriza solamente al público de Torrevieja, esto puede pasar en todo el mundo, A través de los programas impresos, los organizadores informan al público de cuántas partes está compuesta la obra, como también del carácter de cada uno de los movimientos.
Totalmente diferente son las costumbres en los teatros, durante espectáculos de ópera, opereta, zarzuela o musical, donde se permite aplaudir las oberturas, arias del tenor o soprano, como también los fragmentos de gran agrado del público, sin esperar que termine el espectáculo, ya que en teatros las reglas son más liberales y menos estrictas. Tratemos de recordar lo siguiente; DURANTE CONCIERTOS DE LAS ORQUESTAS O CONJUNTOS DE CÁMARA, LOS ARTISTAS ESPERAN EL APLAUSO AL TERMINAR LA ÚLTIMA PARTE DE CADA UNA DE LAS OBRAS. ASÍ ES LA TRADICIÓN !!! Os deseo una temporada de la Orquesta Sinfónica de Torrevieja con muchas experiencias de muy alto nivel artístico, y que estas provoquen unos fuertes aplausos……en los momentos apropiados.
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