El próximo 26 de este mes, volvemos (otra vez) a las urnas. Esta vez, para sentar en los sillones del salón de plenos a los 25 ciudadanos que nos gobernarán durante más o menos 4 años.
Juan Carlos García Sala
(Torrevejense del sequión)
Esto, como todos sabemos, implica quince días de campaña electoral con sus correspondientes presentaciones, mítines, reuniones con vecinos, visitas a barrios y todos los ritos pertinentes para la caza del voto, sin contar lo que llevamos de precampaña, lo que nos lleva (por lo menos a mi) a estar deseando que llegue el día de reflexión, por el hartasón y empacho político. Por mi edad, llevo sobre mis espaldas incontables comicios y no deja de sorprenderme la similitud entre ellos, por mucho tiempo que pase. Todos sin excepción tienen en sus manos, la varita mágica para solucionar de un plumazo los problemas de la ciudad, aderezado con nuevos y faraónicos proyectos, bajadas de impuestos y aparcamientos para todos.
Localmente resulta llamativo que todos los partidos, el día 27 de mayo tengan la solución para abrir el teatro, para acabar con los desastres de las trombas de agua, para traer el tren, para solucionar el problema de la limpieza y el transporte urbano, para arreglar la Plasa, para abrir el conservatorio internacional, para adecentar La Mata, para traer la Universidad, para desdoblar la circunvalación, para revitalizar el centro del pueblo, para arreglar el problema de los centros de la tercera edad, etc. Y no lo digo yo, lo dicen sus programas electorales. Al mismo tiempo se obvian otros como la terminación del mirador del alto de la casilla, emplazamiento espectacular desde donde se divisa desde la Manga hasta Tabarca, las dos lagunas, Santa Pola , el Mediterráneo y que actualmente e increíblemente se está utilizando como vertedero y pudridero de algas (como lo oís).
Pero la verdad es que ya no es ni llamativo por su reiteración campaña tras campaña, teniendo en cuenta que después todo se diluye en los plenos de los jueves a la hora de levantar las manos, en sesiones plomizas y eternas con discusiones que a veces persiguen más los intereses partidistas que los beneficios comunitarios.
Por otra parte, es de agradecer el talante, el respeto y el buen estar (casi siempre) de los principales candidatos de los partidos que optan a la alcaldía y su comportamiento en tertulias y entrevistas varias, en contrapunto a la vergonzosa campaña de los comicios nacionales, con sobredosis de insultos , reproches y mala educación.
Otra cosa son las redes sociales donde no faltan los más fanáticos seguidores de unos y otros , que se afanan por denostar a los contrarios y los maleducados que se esconden con perfiles falsos para echar basura (dicho suavemente), sobre todo lo que no es de su línea. Pero la política y más en un pueblo donde todos nos conocemos, funciona así y en el fondo tiene su punto.
Yo particularmente tengo mi “porra” y supongo que cada uno la suya, mientras… especulen señores.
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