Objetivo Torrevieja

Fernando Guardiola

Después de cinco años, en que en nuestra web, ha primado la información social y cultural del pueblo de Torrevieja, llevamos unos días en que inevitablemente, las noticias políticas están copando cada rincón de esta página, que hace unos días cumplió los cuatro millones de visitas.
Eso se ha debido en gran parte a varias circunstancias socio políticas, primero a la ausencia de una actividad cultural, propiamente dicha y sobre todo a los “rifirrafes” en que nuestros políticos se han enzarzado a cuenta de un puñado de “chanes” que van a venir a bordo de un barco a “asomarse” a nuestra ciudad. Vamos que el tema es para rasgarse las vestiduras como si fuese la destrucción del Templo de Salomón.
 No entiendo que porque llegue un barco cargado de personas que ya tienen una programación desde su origen, nos andemos a la greña, dando un espectáculo lamentable, por una y otra parte, en vez de analizar y ver lo que en realidad va a suponer mediáticamente la llegada del “Amadea”. Que arrive a Marina Salinas, a los Tabardos o la isla de Tabarca, es lo de menos. Que se queden cien o quinientos, también. Importa el momento de la llegada, aquel en que antes de partir a sus destinos ya programados se lleven. Me pregunto: ¿No sería más colorista y alegraría su recibimiento, aunque se vayan a comprar al Media Mark de la Zenia, o a los museos romanos de Cartagena, que los recibieran los Salerosos o la UMT a ritmo de pasodoble, mientras embarcan a sus destinos programados y que azafatas torrevejenses les ayudan a que suban a sus medios de transporte, regalándoles flores, envueltas en un puñado de folletos con ofertas y promociones de los comercios de nuestra ciudad?
Quizá sea mejor una triste recibimiento y que se vayan con el sueño y la pesadez del viaje hasta Cartagena, Elda o donde sea, y por tragarnos nuestro chauvinismo, reservar los honores para los cien “más mayores” que se quedarán a dormitar en Marina Salinas o como mucho a dar una vuelta por la zona comercial de la ciudad, antes de echarse la partida de criquet, y en la que desde luego hay que estar, para que se lleven una impresión de primera. Yo creo que no se trata de que compren, sino de que respiren un ambiente cercano y cordial que invite a volver, no solo a esos cien, sino a los setecientos, porque cuando regresen no van a contar que entre los más de cuarenta destinos que estuvieron compraron bragas a precio de saldo o incluso que comieron de cine, pero … ¿Quién sabe? … A lo mejor si les cuentan, que solo llegar a Torrevieja, una banda de músicos les alegraron la llegada, mientras en el cielo de la bahía de Torrevieja se disparaban cohetes en señal de bienvenida.
Creo sinceramente que nos hemos emborrachado de “cruceritis” y que ha sido una excusa, como muchas otras que vendrán, para tirarse a la cara unos y otros las gestiones y las aptitudes políticas, que lo único que hacen es alejarles del pueblo llano. Estamos hartos de tanta discusión estéril por cosas tan sencillas de resolver como estas, cuando están cerrando asociaciones imprescindibles en el desarrollo social de nuestra ciudad por falta de recursos, cuando no se está atendiendo a los más necesitados correctamente, y no solo ahora. Cuando los cajeros y las playas siguen llenos de indigentes que duermen por las noches, cuando se sigue oliendo a mierda y meaos de perro en cada esquina, cuando los parques y jardines se muere de sed, porque los sistemas de riego están rotos, las palmeras se caen del picudo y las personas, los torrevejenses, de pata negra, de pata blanca y de pata de palo, estamos hasta los huevos de tanta “chambilá”. Vamos a parar y a luchar unidos por una Torrevieja mejor. Señores políticos torrevejenses, escuchad el mensaje de las urnas. No es el que vosotros habéis interpretado, el real es que más de la mitad de los que pueden votar se quedaron en casa. Esa es la verdadera lucha que tenéis, convencer a esas personas e ilusionarlos para que dentro de cuatro años, acudan a ellas. Y ese, de verdad y sin “acritú”, como de decía aquel, es el verdadero camino.

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