Marcos Tomasella
Secretario Acción Electoral – PSOE T orrevieja
Cuando hace algunos años comenzamos este camino unidos por un ideal común todos éramos diferentes. El partido era diferente. Pedro Sánchez todavía no había sido despojado de sus cargos, era aún el Secretario General elegido por la militancia. Y como se comprobó más adelante eso es sagrado.
Los militantes, el alma del partido, hablan en la asamblea. Si alguno participó en alguna asamblea, sabrá que son caóticas, intensas y apasionadas. Porque a los socialistas nos importan los ideales, nos importan los principios y no estamos acostumbrados a renegar de nuestros éstos por ningún motivo.
Es cierto que tanta pasión y vehemencia producen algunas heridas que más tarde o más temprano cerramos para encolumnarnos detrás de nuestro candidato. La misma pasión que mostramos en defender nuestros ideales la ponemos en aupar a nuestros candidatos. No es necesario que sea amigo (aunque en muchos casos sí lo son) del compañero que tengo al lado, porque sé, sin ninguna duda, que defiende los mismos ideales y principios que yo.
Es el alma del partido socialista: sus ideales y sus asambleas. Sin nuestros principios y sin nuestras asambleas seríamos un cascarón vacío.
De pocas cosas podemos tener certezas en este mundo, pero los socialistas sí tenemos una: lo que dice la asamblea es ley, es sagrado. Y lo aceptamos sin rechistar porque somos un partido profundamente democrático.
Por eso me resulta, cuanto menos curioso, que alguien se presente a una asamblea con una propuesta, y al finalizar la misma desoiga la voz de la asamblea, desoiga la fuerza de la militancia.
Entiendo que los estatutos dejan una zona gris, pero la militancia fue clara. Pretender no escuchar a nuestras bases nos coloca en una mala posición porque nos desconecta de la realidad. No debemos desconocer lo que nuestros compañeros nos expresaron en las urnas, por más que no me guste el resultado. Y pueden estar seguros que hubiera preferido otro resultado. Pero la militancia habló y por eso la ejecutiva refrendó el resultado. Ni un cambio, solo la voz de la militancia.
Es tiempo de prepararnos para unas elecciones que serán apasionantes, serán trascendentales para nuestra Nación, para nuestra Comunidad y para nuestro Ayuntamiento. Necesitamos del apoyo de todas nuestras bases, necesitamos, más que nunca, el trabajo de nuestra apasionada militancia. Y eso no será posible si desoímos su mandato.
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