Objetivo Torrevieja

Torrevieja como ciudad turística no puede dar por más tiempo la imagen de unas calles tercermundistas, propias de un barrio de chabolas

Álbum, pinchando sobre la foto

Fernando Guardiola

Llevo mucho tiempo intentando escribir sobre este tema, porque es algo que no me hace gracia el hacerlo, pero ha llegado un momento en que después de esperar a ver si llegaban las promesas de que se iba a aplicar la famosa ordenanza reguladora de la publicidad exterior, qué gobierno tras gobierno vienen diciendo de poner en marcha se cumplía, pero se ha llegado ya a un límite en la ciudad que es inaguantable.
No he querido publicar las más de cien fotos que hice para no desviar la atención del tema y solamente hacer una muestra de unas cuantas de la principal vía en la ciudad, cómo es la calle Ramón Gallud. Les puedo decir que las fotos que ilustran el álbum que les ofrezco están hechas en un tramo de 100 metros y es inaudito qué un ayuntamiento tolere que las paredes, no solo de esta vía pública tan importante, sino de todo el pueblo estén llenas de al algo que ya no son carteles, … es mugre. Se ponen los mismos sin mirar que hacen, como lo hacen y en qué escaparate lo hacen. Hay muchos comerciantes que por las mañanas lo primero que hacen es limpiar sus fachadas de estos carteles, pero hay otras paredes que están o abandonadas o no pertenecen a ningún comercio en general y son las que sufren el vandalismo, la dejadez y la mala educación que supone a la postre, dar la imagen que una ciudad turística como Torrevieja ofrece que es todo lo contrario a lo que se supone debe ser. Pero lo más indignante es que ya, incluso el mobiliario urbano sufre las consecuencias de este desmadre y si no observen la marquesina existente para esperar el autobús en pleno centro de Torrevieja, junto al Hotel Fontana, que debería estar como los chorros del oro porque es la que más público recibe al cabo del día, una cristalera que lleva unos “chorretones de mierda” que tienen más de tres meses y los carteles pegados ya creo que de hace un año, lo que quiere decir que si el mantenimiento de está, qué es la más visible de la ciudad es inexistente, no quiero ni pensar que será de las demás, incluida la del extrarradio. Existe una ordenanza que ustedes pueden visitar en la página web del Ayuntamiento, con el nombre de “Ordenanza reguladora de la publicidad exterior” que en su artículo 3 denominado “Actividades publicitarias prohibidas” dice textualmente “Está prohibida la colocación de publicidad impresa en los limpiaparabrisas o cualquier elemento de los vehículos aparcados en la vía pública, ni la colocación en las fachadas de las vías públicas, ni farolas, ni otros elementos públicos” y más abajo podemos leer que todo esto está tipificado con multas que pueden llegar de leves a graves. Pues bien esta ordenanza ni se cumplía, ni se cumple, ni sabemos si alguna vez se cumplirá, porque para eso se requiere primero de voluntad política y segundo de capacidad y voluntad policial; para ello tiene que existir un número determinado de agentes que se dediquen a cumplir las ordenanzas, tanto está, como la relativa depósito de basuras en los contenedores a sus horas y las famosas mierdas de perro. Los ciudadanos estamos hartos de pasear por una ciudad dejada de la mano de Dios, creemos que los impuestos que se pagan deberían reflejarse, de la misma forma que se hace en la casa de uno, porque una ciudad es la casa común de todos y ni usted ni yo consentiríamos que en la pared de nuestras casas llegará el primer fulano que pase y nos pegue un cartel de lo que sea, porque ese cartel lleva un nombre, una forma de localizarlo y se les puede multar y propongo desde aquí que se hagan esas multas con publicidad, para qué cuándo los que pegan carteles ilegalmente, dejan cagar a los perros en las calles sin recoger sus desechos y tirar la basura a deshoras y vean que cada semana se multan a 20, 30 o 40 ciudadanos, va a resultar que como vean que nos tocan el bolsillo se lo van a pensar dos veces. Vamos a reflexionar un poco y vamos a tener el coraje de cuando veamos a alguien poner un cartel llamarle la atención, porque ese cartel lo están poniendo en la fachada de nuestra ciudad, en la fachada de la casa del alcalde, de todos los concejales, los funcionarios, de tu casa y de la mía

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