Juan Carlos García Sala
Torrevejense del “Sequión”
Esta frase, que algunos le atribuyen a Winston Churchill, y que tan magistralmente fue utilizada y matizada por el genial Groucho Marx, pone de manifiesto la cruda realidad en la que, diariamente nos movemos y donde las formaciones políticas que nos gobiernan o que aspiran a gobernar, son capaces de entrar en las más absurdas contradicciones, siempre y cuando sea en beneficio del único fin que les guía: acceder al poder o a participar del mismo.
Y a nivel nacional, después de la bochornosa y esperpéntica campaña electoral y después de que los ciudadanos cumpliéramos con nuestro deber votacional (palabro mío), estamos presenciando con perplejidad, como partidos nacionales y regionales, andan amasando coaliciones, arreglos, apaños, según les conviene.
Una vez que el bipartidismo se acabó para siempre al entrar en liza otros partidos de diferentes tendencias que irremediablemente nos ha llevado al multipartidismo, estamos abocados a tener que gobernar con pactos, pactos que dependen a veces de las concesiones por lo general en forma de millones, que se ofrezcan a esta u otra comunidad por parte del pretendiente a gobernar.
Estos pactos, aunque en el fondo siguen el mismo patrón, varían al trasladarse a los consistorios locales, con la profusión de partidos locales y normalmente minoritarios, pero que con sus sillones condicionando en muchos casos los gobiernos de muchas ciudades y pueblos.
Así nos hemos encontrado Ayuntamientos con los más variopintos tri, cuatri, penta o más partidos formados por diferentes colorines, dependiendo del interés o la necesidad del momento.
En Torrevieja, hemos experimentado en nuestras carnes una de estas surrealistas coaliciones, al tiempo que hemos podido comprobar que como muchos nos temíamos, no iba a funcionar.
Y como tal, hemos vuelto al rodillo de la mayoría absoluta donde se da la otra variante, y vemos un partido arrasando mitad por méritos propios, mitad por deméritos ajenos, y los otros tratando de encontrar un sitio que saben que sea cual sea, será incómodo. Incluso otros que hace meses renegaban cubriéndose de ética, hoy se allanan a colaborar, incluso votan a favor del que tanto criticaron. Todo sea por no quedar fuera de la foto.
Pero nos tenemos que ir acostumbrando, esto es democracia hasta la jornada electoral, después todo o casi todo es interés.
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