Una tele para yayos cuan “Corral de la Pacheca”
Fernando Guardiola
Me van dar una ensalada de collejas, por escribir siempre de programas de la misma cadena, pero es que, de este en especial no quería olvidarme de hacerlo, pero prometo con la mano puesta sobre el “Libro Gordo de Petete” que en la próxima ocasión cambiaré de cadena. Varias veces en alguna tarde de sábado o domingo, me he sometido por propia voluntad a una tortura televisiva, ya que me he tragado “¡Qué tiempo tan feliz!” de cabo a rabo. Alguna vez lo había visto de pasada, como creo que hace la gente normal, zapeando de resaca o con la tele puesta de fondo. Pero deliberadamente he decidido verlo incluso sin opinar al respecto. Por supuesto, me ha resultado imposible, porque en cuanto ha aparecido Terelu Campos y su “papada” saludando “¡Hola María Teresa!” y he visto a su “mamasita” respondiendo “Hola Terelu”, una siniestra violencia se ha apoderado de mi organismo. La “mamma” a sus 78 años bien llevados, pontifica de lo divino y lo humano y se pasa tres horas, pasando lo mismo de un tema tan duro como la lucha contra el VHI, al color de las bragas de Belén Esteban, con una naturalidad pasmosa. Eso si, a modo de “Corral de la Pacheca” del siglo XXI, el gallinero de colaboradores/aduladores de la “doña”, sueltan chorradas durante horas sin ponerse si quiera colorados. La casi octogenaria dama de la Tele, convierte “porque lo vale” su cortijo particular en oficina de colocación de sus familaires y allegados. No dudando en darle un “puestesico”, al que ahroa tras “titantos” noviazgos” le alegra el “¡Piticlín, Piticlín!” .. .Bigote Aroccet.
Siento como si cada semana fuese el mismo programa con la misma gente. Con halagos a María Teresa Campos, su hija hablando andaluz, los pseudo artistas de cada semana, maquillados y ofreciendo una cara amable y desprejuiciada de la realidad, mucha homosexualidad latente y antigua; y de repente todos, como si estuvieran poseídos por una fuerza extrasensorial, se arrancan a cantar a capella sin motivo aparente.
Intento ser indulgente con el programa y sobre todo con su público potencial; gente mayor que necesita de estímulos lentos, machacones y asimilables.
Todos vamos a ser viejos, y consumiremos productos envilecidos y digeribles. Todos vamos a ser blanco fácil de chascarrillos picaruelos; consumidores de domingos planos y eternos… Y solo puedo pensar en que es muy duro asimilar tanto dolor.
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Filed under: Actualidad |
Excelente artículo !!! Sigue escribiendo, es la realidad . Un abrazo
Enviado desde mi iPhone
Independientemente de la edad de la presentadora y sus familiares o novio y los cotilleos (para llenar el programa) tengo que decir que a mí sí me resulta interesante un programa musical con entrevistas a los intérpretes musicales ya que he nacido en el extranjero y no he venido a vivir a España hasta cierta edad. Por lo que me he perdido casi toda la historia musical en España ( / hispana). Creo que es un programa q reúne a toda la familia y ayuda a no olvidar a ciertos cantantes que marcaron épocas. A mí me resulta un espacio educativo ya que solo en ese programa se revive la música antigua y a la vez se pude conocer al músico a través de las entrevistas. (…) Si no fuera por ese programa no hubiera conocido cierta cultura de España.