Fernando García
Presidente del AMPA
En nuestro centro, al igual que en muchos otros, padecemos escasez de personal tanto docente como no docente, pero el caso que ahora nos ocupa clama al cielo. A finales del pasado curso escolar nuestro instituto puso en marcha el proyecto de “Aula Especifica” para ofrecer, a los alumnos con necesidades especiales, un entorno acogedor y adecuado a sus necesidades, donde desarrollar sus actividades escolares. El proyecto fue presentado a las instancias competentes, fue aprobado y la administración se comprometió a contratar personal especializado y a aportar el material necesario. El centro, por su parte, consciente de que aún con todos los medios ofrecidos por la administración no iban a ser suficientes asumió con fondos propios la reforma de lo que fue la vivienda de la conserje, aportó parte del material y organizó el horario de los profesores de manera que dos de nuestros docentes dedicarán parte de su horario laboral a reforzar la atención a estos alumnos.
Al comenzar el curso, este proyecto ve como de lo prometido por la administración autonómica no se ha cumplido casi nada. Después de pedir información a la dirección del instituto sobre este tema, la cual han han proporcionado al AMPA siempre cumpliendo con las leyes de protección de datos, esta es la situación:
de los dos profesores de Psicología-Terapéutica (PT) el Educador Social y el profesor de Audición y Lenguage (AL) comprometidos y necesarios para cumplir con el proyecto, a día de hoy solo se ha incorporado un PT y no hay fecha prevista para la incorporación del resto de profesionales.
Esto hace el proyecto inviable.
El jueves por la tarde nos reunimos los padres de estos alumnos y este presidente del AMPA. Solo diré una cosa: salí de allí con el corazón en un puño.
Hay familias que han cambiado su lugar de residencia, con todo lo que conlleva, confiados en el proyecto, familias que han barajado otras posibilidades pero optaron por este proyecto confiando en las promesas de la administración, familias que tienen que vivir con el escaso sueldo de uno de los progenitores porque el otro ha renunciado a trabajar mientras dure esta situación o familias recurriendo a familiares para que cuiden de su hijo mientras acuden al trabajo.
La sensación que tienen estas familias es que les han engañado, que sus hijos están perdiendo un tiempo valioso y no les falta razón.
La administración ha desamparado a las familias mas vulnerables. No ofrecen fechas de incorporación de los profesionales cuando la dirección del instituto pregunta por el tema, dan la callada por respuesta.
Estas familias han decido pasar a la acción y sacar su situación a relucir allá donde sea posible.
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