Objetivo Torrevieja

Luis María Pizana Boj
Concejal del Ayuntamiento de Torrevieja

En las últimas semanas y meses un grupo de jóvenes de nuestra ciudad han ido devolviéndome la esperanza en el fútbol en Torrevieja. Ellos son el juvenil de la escuela del Torrevieja C.F. Un grupo de chavales que desde hace tiempo parecía que nos darían muchas alegrías, pero han logrado algo mucho más trascendente, generar ilusión. Han conseguido que las gradas de la ciudad deportiva estuvieran a rebosar con casi 1.000 personas a las que han contagiado la emoción por conseguir su sueño de ascender de categoría. Sueño frustrado en los últimos minutos de la temporada pasada que, en una verdadera demostración de capacidad de superación ante las adversidades, han sabido perseguir día a día hasta llegar a la última eliminatoria de nuevo. Hoy vuelven a ser la imagen de una cantera que en su conjunto, si bien es cierto precisa de importantes mejoras, lleva años haciendo las cosas razonablemente bien y ofreciendo resultados notables.
Fue otro grupo humano con grandes similitudes, compuesto por jóvenes de la ciudad, la semilla del ansiado regreso a la Tercera División del primer equipo. El equipo que alcanzó el primer -y único hasta ahora- ascenso a Liga Nacional Juvenil. La clave fue que directiva, cuerpo técnico, afición y concejalía les dieran la oportunidad de hacerlo. Ahora se presenta una nueva oportunidad histórica de sentar las bases para, a medio plazo y con un trabajo desde la base con serenidad, llegar a 2ª División B. En mis propias carnes hace más de 15 años viví la importancia de tener espejos en los que mirarnos y vernos reflejados. También fue clave para que los que estaban ya en el primer equipo volvieran a creer que era posible alcanzar metas que se resistían a fuertes desembolsos económicos, endeudamientos o impagos como vuelve a suceder hoy en día.
Consigan o no el ascenso, han demostrado ya ser un EQUIPO CAMPEÓN. Su pasión la han traspasado del campo y su comportamiento ejemplar va más allá del terreno de juego. Sus cualidades técnicas y tácticas se ven ampliamente superadas por las humanas. Su unión, fortaleza como grupo, resistencia a las complicaciones gracias a su constancia y la búsqueda de un objetivo común pese a que todos no pueden ser siempre protagonistas son valores de los que el resto de la familia del deporta local y el conjunto de la ciudad debemos aprender.
Está siendo tremendamente emotivo ver la manera en la que destacados jugadores de otros deportes están animando con todas sus fuerzas a estos chicos. Detrás de todos ellos hay que reconocer la labor de los padres que calladamente han ejercido de apoyo inigualable al cuerpo técnico ante las carencias y necesidades que, especialmente cada partido fuera de casa, se han ido presentando.
Queda el último esfuerzo, la última eliminatoria de dos play-offs que quedarán como experiencia para todos ellos a lo largo de sus vidas. Más allá del resultado, el aprendizaje que supone les acompañará siempre y les será útil. Lo que no les podrá quitar nadie ya son las imborrables imágenes y recuerdos generados. Apuesto a que lo van a conseguir. Les doy las gracias por devolver esa sensación de malestar cuando no puedes ir a un partido y la necesidad de estar informado al minuto de lo que está pasando.
Ojalá los “críos de Helios” -Luis, Manu, Cristian, Pablo, Dani… (por citar alguno) y el resto- tengan la oportunidad de seguir haciéndonos felices, vibrar y generando ilusión con el fútbol en Torrevieja. Apoyémosles de un modo u otro todos, se lo han ganado. Si les dejan, el fútbol en Torrevieja tiene futuro.
Luis María Pizana Boj

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