Objetivo Torrevieja

Fernando Guardiola

¡Estamos hartos! … esa es la frase que se oye cada día en cada esquina, en cada cruce, en cada barra de bar de Torrevieja. Hace ya casi dos años los torrevejenses, y hablo de también de los “torrevejenses” que hemos nacido donde “nos ha dado la gana”, como muy bien dice mi admirado amigo, Francisco Reyes y no solo los que se dan en llamar “Pata negra”, como si eso fuera un salvoconducto de libera de cualquier asunto que ataña a la ciudad. Esos que se llaman así mismos “Pata Negra”, conviven en un reducto, que a modo de reserva étnica, ocupan el centro comercial y urbano de la ciudad, y algunos de ellos no perciben que en el extrarradio, en las más de cincuenta urbanizaciones que existen, conviven gentes de más de cien nacionalidades, que también son “torrevejenses” y que ellos, a veces se vanaglorian y menosprecian a los que, como el que suscribe, llegó hace casi 28 años de mi pueblo natal para servir, trabajar, amar y morir en Torrevieja. Viene esto a cuento por la idea puebleril que nuestros políticos tienen de Torrevieja, desde el primero hasta el último. Nosotros votamos … y votamos a veinticinco personas para que, unos desde el gobierno y otros desde las oposición, trabajaran por hacer de Torrevieja una ciudad, donde la vida fuera cada día más fácil, donde las calles brillaran por su limpieza, donde la cultura fuera gratis para todos, donde el comercio floreciera, donde el deporte siguiera siendo nexo de unión entre los diferentes colectivos y donde las instalaciones públicas, los nuevos edificios, los parques, jardines, las calles, las infraestructuras fueran ejemplo de un ayuntamiento con un presupuesto que da para eso y mucho más. Eso sin contar la atención a asociaciones, clubes, movimientos cívicos, servicios sociales y un largo etcétera que a día de hoy las gentes se sienten convencidas del nulo apoyo institucional. Son ustedes veinticinco personas y cada una, más o menos, percibe de nuestros bolsillos una remuneración para que hagan su trabajo, y lo que es “vox populi”, es que nuestra ciudad está cada día peor. Sigue sin abrirse el centro de atención a discapacitados, el Museo, que era para la Semana Santa y que ahora, ni se sabe que será, el mercadillo sin día de traslado, el nuevo ayuntamiento con un ridículo parón en el centro de la ciudad, el teatro sin día de apertura, la piscina climatizada tras meses de inopia ahora se dice que abrirá en septiembre… siempre alargando plazos.  Las calles llenas de mierda y orines de perro, los contenedores obsoletos, sucios, que da verdadero asco hasta arrimarse, la mitad de los soterrados sin poder abrirse, carcomidos por robín y los orines perrunos,  el alumbrado una pena, los parques y jardines abandonados a su suerte, las palmeras luciendo unas “melenas” de hojas marchitas inéditas. El trafico dos cuartos de lo mismo, aparcar una aventura. La policía local sin rumbo y así una lista que no tendría fin. ¿Qué está pasando?. ¿Toda la responsabilidad es de la interventora? ¿Toda la responsabilidad es de la secretaria? ¿Toda la responsabilidad es de los técnicos?. ¿Entonces para que hacemos elecciones, si las decisiones no las toman quienes hemos elegido?. Que se nombre un consejo de administración con los técnicos y demás cargos decisorios, y que funcione el consistorio como una empresa ¿o no?. Esto huele mal. No se entiende que en otras ciudades del entorno más próximo, la crisis este dando sus últimos coletazos y se refleje en mejores servicios y en nuestra ciudad sigamos anclados en la disputa política del “y tú más”, en una pelea diaria de niños de patio de colegio, donde el rencor ancestral, el odio de la pertenencia a unas siglas políticas, no da pie a una unión entre todos y donde lo primordial sea nuestro pueblo: Torrevieja.

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