“España se constituye en un Estado social y democrático…” y “La soberanía nacional reside en el pueblo español…
Fernando Guardiola
Se cumplen doscientos diecienueve años de la Constitución de Cádiz de 1812, la madre de todas las Constituciones, que con orgullo patrio para defenderla de los franceses, lo hacía al grito de ¡Viva la Pepa!, por haberse promulgado el día de San José. S justo pues que llamemos “Nicolasa” a la que nos votamos en 1978, pero no se escucha un grito de: “¡Viva la Niolasa!”, y eso que la pobre anda necesitadísima de cariño y de palabras de aliento. Menos familiaridad aún tenemos con la Constitución Europea que algunos votamos el 20 de febrero de 2005. Acudo al calendario para ver qué santo podría bautizarla y me encuentro con San Tiranión, pero “Tiraniona” suena fatal. Por suerte, como es laica a machamartillo y carece de raíces cristianas, no hace falta bautizarla y mucho menos con un nombre del santoral. Lo correcto será inscribirla en el Registro rindiendo un merecido homenaje a su redactor, Valéry Giscard d’Estaing: “¡Viva la Valeriana!” ¿Que suena a píldora?, sí, pero es que la Constitución Europea tiene efectos somníferos, como comprueba quien intenta leerla. Se diga lo que diga, y haya donde las haya nuestra “Nicolasa” esta de rechupete, en la mejor edad a sus 43 años. Buenorra como ella sola, aunque algunos le hayan hecho la “cirugía estética” por la vía de urgencia y luego para extirparle tumores como la Ley Sálica, aquella que dice que el varón puede reinar, antes que la mujer, u otros conceptos que se han quedado anticuados, nos la cojamos con papel de fumar, o ahora partidos anti españolistas, anti constitucionales, separatistas y pro etaras se precien de formar parte del gobierno de la nación, con el único afán de lucrarse personalmente y de beneficiar a sus comunidades a cambio de prebendas para apoyar al gobierno de turno.
Lo que sí es cierto es que en última instancia, los únicos garantes de un sistema son sus ciudadanos. Si todos cumpliésemos con el deber de amar a España y de ser justos y benéficos, ¿no estarían solucionados la inmensa mayoría de los problemas que nos preocupan?, ¿no sería secundario lo que dijesen o dejasen de decir, luego, los artículos constitucionales?. En política, como en gramática, los sujetos son mucho más importantes que los artículos y sobre todo los “predicados”. ¡Viva la Pepa! ¡Viva la Nicolasa!
Descubre más desde Objetivo Torrevieja
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
Filed under: Actualidad |
Deja un comentario