Objetivo Torrevieja

Álbum de la actuación, pinchando sobre la foto

Álbum asistentes, pinchando sobre la foto

Fernando Guardiola

Como sentenció Julio César, hace más de dos mil años, tras ganar una batalla en un solo ataque y que pronunció ante el senado romano con las palabras:  “Llegué, ví y vencí”, así hizo anoche en Torrevieja Pablo Alborán, que ante casi 3000 personas desplegó toda esa naturalidad de la que es capaz un joven de 22 años que  es uno de esos artistas que aparecen sólo de vez en cuando. Quizá sobró esa corte de seguridad, que para si quisieran  algunos Papas, que le hizo inaccesible  a un contacto más real con el público que se quedó ronco tarareando sus  canciones, Solamente tú, Desencuentro, Miedo, Vuelve conmigo, Caramelo, Volver a empezar ,… todas ellas en su voz eran coreadas por todos como si fuesen verdaderos himnos de liberación, … Las legendarias Eras de la Sal fueron durante casi dos horas un parque tecnológico, donde a la vez que algunas lloraban de la emoción por tan semejante situación, se cumplió la regla de “una persona una cámara”, …. nadie se quedó sin sus  fotos, sin sus videos, sin sus mensajes fotográficos,  …  a vista de pájaro el recinto de las Eras de la Sal, era un mar de cabezas con manos alzadas que sujetaban unas minúsculas pantallitas que  recogían la realmente apoteósica actuación de este fenómeno de masas. Pablo Alborán, nació en Málaga en 1989 y  elabora una música de una solidez, riqueza y calidad inusuales en la escena del pop español.  En su primer disco, cuyas canciones pudimos oir anoche, habla de amor y desamor sencillamente, sin ser rebuscado. Le gusta escribir de manera directa para transmitir lo que piensa. Involucra a la gente, para que haga suyas las canciones, … En fin un concierto el de este joven “producto” de las redes sociales, a la que solo le cuadra una palabra. ¡¡Apoteósico!!.

Antes de la actuación, los concejales de Cultura y Juventud, Luisma Pizana y Rosario Martínez, entregaron a Pablo Alborán, un barco de sal, como recuerdo de su visita a la ciudad salinera.

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