La obra de Epidauro, se representó anoche en la Cueva de Melpómene con gran éxito
Álbum, pinchando sobre la foto
La sala alternativa “La Cueva de Melpómene”, acogió anoche la obra de teatro “Integridad” de Epidauro. La obra, con texto y dirección de Paco Pando, fue puesta en escena por los actores Daniel Sampredro y Sergio Brotons.
En un principio aquello parecía que iba de comedia bufa, en el que el mariquita de turno hace las típicas gracietas al amigo, a la sazón un importante político que acaba de ser nombrado candidato por su partido para las elecciones generales a la presidencia del gobierno. Pero la trama que se va desarrollando a velocidad de vértigo, entre tragos de alcohol y consumo incontrolado de algunas sustancias, comienza a adquirir un carácter dramático cuando Nico, en una segunda parte donde el travestismo intenta quitarle hierro al asunto, hace un recogido por su vida y confiesa a Mario que desde que se conocieron en la escuela y hasta en su paso por el Seminario, había estado enamorado de él e intenta atraerlo a base de una serie de mentiras que descolocan totalmente al candidato que quiere tirarlo todo por la borda, llamando a su fiel colaborar rompiendo todos los lazos que les unían. Confiesa entonces Nico sus mentiras y Mario le responde con otras que dejan desolado a su amigo y le abandona para siempre.
El público que al principio nos descojonábamos con las gracias de la mariquita y las “tontás” de su amigo, acabamos los quince últimos minutos con la mirada fija en el escenario con la respiración contenida por el cariz que estaba tomando el final. Un final amargo, cuando todos esperábamos que aquello acabara … en la cama.
Con muestras como esta esta, con esas ganas y la puesta en escena de algo tan difícil solo queda queda decir bien alto: “¡Viva el teatro”!
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