La holandesa es bicampeona mundial y seis veces campeona de Europa en Kyokushinkai.
Mari Carmen Lavesa
Priscilla Lambregtse, se disponía a pasar unas cortas vacaciones en Torrevieja, tras impartir varios cursos técnicos de Kyokushinkai a karatecas en Rusia y Barcelona, cuando se enteró de que en Torrevieja residía el Sensei Jaime Gómez (tricampeón internacional), por lo que no dudó en ponerse en contacto con él, poniéndose a su disposición para impartir una masterclass a sus alumnos. Dicho y hecho, de forma prácticamente improvisada, ya que muchos de sus alumnos se encontraban de vacaciones; se puso a organizar la jornada, haciendo uso de las redes sociales, y el wassap, consiguiendo reunir un grupo de 35 personas, que se desplazaron incluso desde Alicante, para no perder la oportunidad de aprender técnica y disciplina de combate, de toda una campeona como es Priscilla Lambregtse. El cursillo fue impartido el pasado jueves por la tarde en el gimnasio IBERGIM de Torrevieja, que ofreció sus instalaciones para acoger al numeroso grupo, que durante 2 horas, entrenaron sin descanso sacando el máximo partido a la oportunidad de tener una de las mejores instructoras a nivel internacional, avalada por sus seis títulos Europeos y dos Mundiales.
Como agradecimiento a la deferencia que Priscilla ha tenido con el Club Saito Dojo de Torrevieja, el torrevejense Jaime Gómez hizo gala del carácter acogedor torrevejense ejerciendo de cicerone con Priscilla y su pareja. Sabemos que entre las visitas que realizaron por la ciudad, la karateka se quedó gratamente impresionada por las instalaciones de la Ciudad Deportiva, por lo que no sería de extrañar que Priscilla Lambregtse, vuelva a Torrevieja con algún nuevo proyecto.
Algo más sobre este estilo de Karate que está ganado adeptos en nuestro país
El Kyokushinkai es un estilo de karate creado en 1964 por el maestro de artes marciales Masutatsu Oyama. Esta modalidad de karate, posee una filosofía basada en la mejora personal mediante el control de la mente y el cuerpo. Tiene por objetivo la eficacia en el combate real. Asimismo, destaca por sus intensos regímenes de entrenamiento, dureza y disciplina. En la actualidad, es uno de los estilos de Karate- Do más practicados a nivel internacional, con más de 40 millones de practicantes.
La formación Kyokushin se compone de tres elementos principales: técnica, formas y sparring. Estos se refieren a veces como las tres “K” después de las palabras japonesas para ellos: kihon (básico), kata (formas) y Kumite (combate).
Su técnica se basa en los estilos Shotokan y G?j? Ry? de karate, aunque también se incluyen elementos técnicos encontrados en deportes de combate como el boxeo, el Judo y el muay thai o boxeo tailandés; a este se le deben varias técnicas del kyokushin que no son usadas en otros estilos de karate, como las patadas bajas a los muslos del oponente con el hueso tibial,. El Sensei (instructor) prepara al alumno desde el principio para los combates realizando peleas de contacto pleno. A diferencia de otros tipos de karate de semi-contacto, el Kyokushin pone énfasis en el contacto total, para el cual no se utilizan protecciones corporales. Sin embargo tiene muchas reglas sobre faltas en el combate para así poder evitar lesiones serias.
Las técnicas básicas; están divididas en dos partes: “Ate Waza” o técnicas superiores, en donde el karateka aprende y practica golpes y bloqueos con las manos. Y “Geri Waza” o técnicas inferiores, en donde el karateka aprende y practica patadas y golpes con las piernas. En el karate estilo Kyokushin no hay ningún tipo de distinciones; ni políticas, ni religiosas, ni raciales, ni de sexo o edad, para practicarlo sólo se requiere mucha voluntad y ganas de mejorar día a día tanto física, como mental y espiritualmente. Es en todo su derecho un gendai budo, o arte marcial tradicional formativo japonés un estilo de Karate- Do.
Su filosofía se podría resumir en: Mantener la Cabeza Abajo (Modestia), Mirada arriba (Metas), Boca cerrada (Serenidad y prudencia) Fundamenta el ser con devoción filial y ayudar a los demás.
Y los 11 consejos que su creador Masutatsu Oyama, dejó como precepto a seguir son:
1) El camino marcial comienza y termina con cortesía. Sea siempre auténticamente correcto y cortés.
2) Seguir el camino marcial es como escalar un acantilado. Debe seguir aunque no tenga resto. Esto demanda una absoluta y constante devoción a la tarea actual.
3) Esfuércese por tomar siempre la iniciativa, cuidándose sin embargo de las acciones egoístas o falta de reflexión.
4) Incluso para el artista marcial, el lugar del dinero no puede ser ignorado. De todas formas, cuídese de nunca apegarse a él.
5) El camino marcial se centra en la postura. Esfuércese siempre por mantener la postura correcta.
6) El camino marcial comienza con mil días y se domina después de diez mil días.
7) En las artes marciales la introspección brinda sabiduría. Vea siempre la contemplación de sus acciones como oportunidad para mejorar.
8) La naturaleza y el propósito del camino marcial es universal. Todos los deseos egoístas deben asarse en los fuegos que templan el duro entrenamiento.
9) Las artes marciales comienzan en un punto y finalizan en un círculo. Las líneas rectas provienen de este principio.
10) La verdadera esencia del camino marcial sólo puede realizarse a través de la experiencia. Sabiendo esto nunca tema a sus demandas.
11) Recuerde siempre: en las artes marciales las recompensas de un corazón confiado y agradecido son verdaderamente abundantes.
Masutatsu Oyama.
El orden de los cinturones hasta llegar al cinturón negro, se ordena numeralmente y de manera inversa (del 10 al 1). En general los cinturones son siete, y se empieza con el blanco para los principiantes. Con el aprendizaje progresivo de las técnicas se va subiendo de nivel y va cambiando el color del cinturón. Al blanco le siguen (por orden de menor a mayor), el naranja, el azul, el amarillo, el verde, el marrón (café) y finalmente, el negro. Una vez que se es cinturón negro, aumentan progresivamente los grados (llamados danes). Existe hasta el 10º dan, aunque tradicionalmente era solamente hasta el 7º Dan. Los danes se ordenan de manera normal (del 1 al 10). De esta manera se dice que alcanzar el cinturón negro es la sabiduría interior de cuerpo y alma suficiente para ejercer cargos de maestro o juez y el rendir los danes (graduaciones de cinturón negro) es intentar alcanzar la perfección, haciendo alusión a la superación personal y al cumplimiento de las metas. En el propio cinturón (u Obi) se identifica el grado de Dan por las líneas doradas verticales que contiene.
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