Objetivo Torrevieja

Álbum, pinchando sobre la foto

El sábado 30 de septiembre, a las 20.00 horas, en el Centro Cultural Virgen del Carmen, tuvo lugar la segunda conferencia del XV Ciclo «Torrevieja y el Mar», con la que se cerraba la edición de 2023, organizada, como cada año, por Ars Creatio.

Al acto, presentado por la doctora María Luisa Molina, miembro de la directiva, asistieron los concejales Ricardo Recuero y Óscar Urtasun, así como el gerente del Instituto Municipal de Cultura, Miguel Fernández (de acreditada trayectoria en el tema de la conferencia).

El historiador y conservador Rafael Sabio González dedicó su conferencia «ARQVA. Pasado, presente y futuro de un museo nacional único» a la entidad que dirige desde marzo del pasado año. Partiendo de la definición de museo establecida en la normativa española («institución de carácter permanente que adquiere, conserva, investiga, comunica y exhibe para fines de estudio, educación y contemplación conjuntos y colecciones de valor histórico-artístico, científico y técnico o de cualquier otra naturaleza cultural»), el público tuvo conocimiento de todos los pormenores relativos al Museo Nacional de Arqueología Subacuática. El ARQVA es un museo público, del Estado, de características únicas por no haber ejemplos similares en España ni en el mundo, porque estudia restos arqueológicos sumergidos tanto en el mar como en aguas continentales.

El ponente contó la historia de la entidad, destacando el papel del considerado padre intelectual y sentimental del actual ARQVA, Julio Mas (fallecido en 2011), pionero de la arqueología marítima en Cartagena (ciudad de referencia en el buceo y en la arqueología subacuática) y España. El precedente inmediato, Museo Nacional de Arqueología Marítima (fundado en 1983), tuvo otros anteriores desde el Patronato de Excavaciones Arqueológicas Submarinas de Cartagena (1970).

Se detuvo en la denominación del museo, haciendo hincapié en que el término «subacuático» es más amplio que «marítimo», porque aquél abarca todo tipo de objetos recogidos de los fondos marinos o de aguas interiores (ríos, lagos, embalses), no sólo barcos o restos; por ejemplo, los aviones de la Segunda Guerra Mundial, uno de los proyectos futuros del ARQVA. Y como curiosidad, explicó que un museo tiene que ser nombrado con facilidad, pues alguno que otro perdió pujanza por este motivo. De ahí la importancia de la redefinición, de MNAS a ARQVA.

En cuanto a las actuales instalaciones, mostró los planos del arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra, una obra reconocida con varios premios, llevada a cabo en el muelle de Alfonso XII de Cartagena, con una parte por debajo del nivel del mar. En el edificio se destacan dos salas principales, una en la que se informa sobre la arqueología marítima y sus pormenores (donde se muestran los diferentes estados de conservación de las piezas y se ingresan los materiales más variados) y otra en la que se ve la evolución de los barcos en el tiempo. Cabe subrayar que en ella se halla la primera ancla con forma de tal que se conoce. Rafael Sabio mostró fotografías ilustrativas de ánforas, la sección de un barco medieval y un conjunto de monedas, tratadas para que no sufran deterioros.

A continuación, Rafael Sabio habló de las funciones internas del museo. Es necesario un departamento para documentar y otro para conservar las piezas recogidas, con su correspondiente laboratorio. En este proceso, es fundamental tratar las piezas adecuadamente (desalación, etc.). Puso como ejemplo el tratamiento de las 600.000 monedas encontradas en las minas de Potosí; cada una de las cuales requiere una etiqueta con su número. El ARQVA cuenta con una biblioteca técnica y especializada, que puede visitar el público. Su equipo participa asimismo en trabajos en otros puntos de España, como el que está llevándose a cabo en la actualidad en el río Tajo a su paso por la provincia de Guadalajara, donde puede haber restos de un puente romano.

En este cometido es importante el relevo generacional. La investigación requiere una posterior publicación; en este apartado, los inconvenientes que acarrean las revistas han sido subsanados con el Noticiario de Arqueología Náutica Subacuática (NANS), de publicación más rápida y de menos páginas, que permite dar a conocer los trabajos con mayor agilidad. Entre las actividades de difusión, los talleres infantiles son los más agradecidos por la buena acogida entre los niños. También se organizan visitas teatralizadas y exposiciones temporales, con piezas traídas desde museos de otras ciudades.

La última parte de la conferencia estuvo dedicada a las perspectivas de futuro del ARQVA. Sin duda, el proyecto de mayor repercusión es el relacionado con la posible extracción del barco Mazarrón 2 (pecio del siglo VII a. C. descubierto en 1994), para lo cual se han convocado varias reuniones de especialistas. Mientras tanto, debe estar protegido y en constante vigilancia, con el esfuerzo que esto supone. Su homónimo 1 (de la misma época, descubierto en 1988) ya fue rescatado del agua y sus restos restaurados se encuentran en el ARQVA. Otros proyectos alcanzan el propio puerto de Cartagena y las piezas aparecidas en Mérida, un ejemplo más de las actuaciones del ARQVA en varias regiones españolas. La actualización de la carta arqueológica permitirá conocer la ubicación de cada pecio. Otro aspecto de interés, de mayor alcance, radica en los barcos españoles hundidos en Hispanoamérica.

Al término de su exposición, el director del ARQVA contestó las preguntas del público asistente, relativas al citado proyecto de extracción del Mazarrón 2, con las dificultades que deben resolverse. Josefina Nieto le entregó el logo salado de la asociación, obra de José Miguel Toro y Ana Meléndez, subrayando la característica de que la lámina de agua de las lagunas se encuentra por debajo del nivel del mar. Terminó así la decimoquinta edición de «Torrevieja y el Mar», que una vez más nos ha deparado dos excelentes conferencias, con la oportunidad de seguir aprendiendo sobre la fuente de vida originaria de nuestra ciudad y de tantas otras que comparten sus mismos derroteros e inquietudes.

Rafael Sabio González

Licenciado en Historia del Arte por la Universidad Autónoma de Madrid, comenzó centrando su actividad investigadora en la ciudad medieval de Algeciras y su evolución urbana. Tras ello, y en el marco del desarrollo de la tesis doctoral en el Departamento de Arqueología de la misma universidad, encauzó sus esfuerzos en el estudio de la onomástica hispana, en concreto, el estudio de los topónimos derivados de nombres de propietarios hispanorromanos en las comunidades autónomas de Castilla-La Mancha y Madrid.

En 2007 se incorporó como conservador al Museo Nacional de Arte Romano de Mérida, donde trabajó como responsable del Servicio de Restauración y del Departamento de Difusión, y se implicó en el desarrollo del proyecto museográfico de la futura sede para la colección visigoda. Estuvo a cargo de las colecciones de artes industriales del museo, sobre las que ha realizado numerosos artículos monográficos, junto a otros relacionados con la revisión general de sus fondos.

Actualmente es director del Museo Nacional de Arqueología Subacuática, el ARQVA, nombrado por el Ministerio de Cultura en marzo de 2022. En octubre de ese mismo año obtuvo el título de doctor por la Universidad de Granada, tras la defensa de su tesis doctoral centrada en la antropo-toponimia rural en la mitad meridional de la Península Ibérica, con la calificación de sobresaliente cum laude. Ha escrito cerca de un centenar de artículos científicos y varios libros. En el ámbito subacuático, ha fundado una revista asociada a ARQVA, el Noticiario de Arqueología Náutica y Subacuática (NANS); ha colaborado en varias campañas arqueológicas, dirigiendo recientemente una en ámbito fluvial, en el Tajo; y finalmente, está ultimando la organización de dos exposiciones temporales sobre la fragata Nuestra Señora de las Mercedes.

María Luisa Molina Gallego y Antonio Sala Buades

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