Un enorme gentío acompañó en procesión a la imagen de la Inmaculada Concepción por su largo periplo desde su Parroquia hasta el Cementerio Municipal en día que pasará a la historia
Älbum I, pinchando sobre la foto
Álbum II, pinchando sobre la foto
Álbum III, pinchando sobre la foto
La imagen de la patrona de Torrevieja madrugó ayer para abandonar el Templo Arciprestal de la Inmaculada, donde esperaban ya cientos de personas que la recibieron a los sones de la “Marcha Real”, interpretada por la Banda de la Sociedad Musical “Ciudad de Torrevieja – Los Salerosos”. A la altura del Ayuntamiento se incorporaron a la comitiva, el alcalde de la ciudad, Eduardo Dolón, la Corte Salinera y una amplia representación de la corporación municipal. Al traslado por las distintas calles del recorrido se fueron uniendo más personas que acompañaron su imagen en procesión con sus costaleros a hombros de los fieles de La Purísima y miembros de la Junta Mayor de Cofradías, Hermandad Virgen del Rocío, la delegación en Torrevieja de la Hospitalidad Diocesana de Lourdes y la cofradía de Nuestra Señora del Rosario de La Mata. Además, de habilitarse un tramo para que todas aquellas personas que tuvieron el deseo de portarla pudieran hacerlo.
En este Día de los Fieles Difuntos, y de la mano de la Asociación Hijos de la Inmaculada, con la presencia de Antonio Aniorte, su presidente, la comitiva llegó hasta el cementerio, donde la emoción se desbordó, cuando aquellos cuyos deudos habían buscado a la Virgen en vida, ahora la recibían en la eternidad, en un recorrido por el interior del camposanto que no quiso dejar rincón sin visitar.
Se habilitaron más de quinientas sillas y se instaló un altar elevado, donde se celebró una misa presidida por el párroco de La Inmaculada, Manuel Martínez Rocamora, concelebrada por el torrevejense Mariano Martínez Bernad y Pedro Payá Giménez, párroco de San Roque y Santa Ana, cantada por el Coro y Orquesta “Salinas de Torrevieja”, dirigido por Aurelio Martínez.
Antes de regresar a la Parroquia, se quiso dejar constancia de esta histórica visita descubriendo un mosaico de azulejos en las paredes del cementerio, con la inscripción: “La Purísima visitó este camposanto para mantener viva la memoria de aquellos que aquí yacen y que un día nos enseñaron a rezarle y a amarla”.
La Virgen emprendió regreso a la Parroquia, dando fin a un día que pasará a los anales de la historia popular de un pueblo que vive y ama junto a su patrona, incluso a los que ya no están entre nosotros y nos esperan en su amor.
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