Objetivo Torrevieja

Momento de la Gala de celebración del 50º Aniversario de las Reinas de la Sal

Encarna Hernández Torregrosa

Cuando nos encontramos muy próximos al mes de diciembre, me viene a la cabeza, las numerosas celebraciones de distintas comunidades o países, que vuelcan su color y alegría en las calles de la ciudad.
Pero solo una, rebosa naturaleza de herencia trasmitida de padres a hijos: la fiesta de la Inmaculada Concepción patrona de Torrevieja. Aquí son los cabezudos y la charamita, la ofrenda y la “pesa” en los puestos de garbanzos. Es la comida familiar alrededor de la mesa donde saborear el cocido con “pelotas”. Es el día del Ausente y la procesión de la Inmaculada…
Esa es la Torrevieja autentica, la de balcón abierto, la de un día resplandeciente y la que muestra a la Reina de la Sal embajadora de la ciudad. Así lo entendieron desde Carmencita Cerdán (primera Reina de la Sal) hasta hoy todas las mujeres de nuestro pueblo que con su corte salinera han merecido tal distinción. Todas ellas se funden como grumos de sal formando un navío cristalino junto a la nueva Reina y sus Damas. Cada una de ellas ha dejado su huella en su reinado, mientras sostenían entre sus manos el cetro cuajado de sal. Cetro que únicamente, nuestra reina, puede lucir al surgir de nuestro lago salado.
Se dice que la historia de la sal esta ligada a la historia de Torrevieja. Y es cierto. Entorno a ella nace un pueblo, un modo de vida, incluso la mujer que representa a cuantos vivimos en ésta ciudad. Ella muestra ese cetro y sobre su pecho una banda que dice: Reina de la Sal. Al privilegio de alcanzar ese título, se une la satisfacción y responsabilidad de ser la embajadora de la ciudad allá donde su cargo la lleve.
Pero ¿Cuál es la función de la sal?, la sal es el ingrediente fundamental en las comidas. Pero “Sal como esencia” en el ser humano, es la substancia que ofrece sabor a la sociedad. Es el pacificador ante la violencia. La alegría ante la tristeza; amor y compasión frente a la soledad; aliento y apoyo en la debilidad. La “sal” no puede ser insípida, ya que perdería su propia identidad.
Así deberíamos de entender ese cetro que hasta la fecha, un total de cincuenta mujeres han llevado en sus manos. Aunque como la sal, se haya diluido en el correr de los años muchos de los nombres de las que han sido y fueron, Reinas y Damas. Ellas como imagen de Torrevieja, difundieron las virtudes y belleza de su tierra, dentro y fuera de nuestra ciudad.
Hoy el visitante podrá ver aquí monumentos a la habanera, a los coralistas, a las culturas, salineros, la mujer torrevejense…
Podrá ver en los museos la historia del pueblo convertido en ciudad. Sin embargo existe desde hace casi un año, un parque – de unos 35.000 metros cuadrados- ubicado en una de las urbanizaciones más grandes de Torrevieja: Los Balcones, el parque a la Reina de la Sal.
En él se reconoce y valora la labor desempeñada por estas mujeres, que siendo elegidas Reinas de la Sal, han sido “ellas” el referente de todos nosotros, de nuestra cultura, de las fiestas y de la ciudad misma. Titulo que exclusivamente otorga la ciudad de Torrevieja.

Filed under: Cultura |