Objetivo Torrevieja

La Agencia Estatal de Meteorología nos viene anunciando para esta semana lo que parece el título de una película “Nevada en el Levante”

Encarna Hernández Torregrosa

Bueno, pues la Agencia de Meteorología, de soltera Servicio Meteorológico Nacional, ha anunciado que la noche del martes a hoy miércoles sería polar en todo el litoral valenciano. Así lo advierte y por ello se ha decretado la alerta amarilla (riesgo) por bajas temperaturas en toda la costa de la provincia de Valencia. Por otro lado y ya más cerca, los amigos de Proyecto Mastral también nos han informado que la probabilidad de ver nevar en Torrevieja y en la Vega Baja se mantenía. Por ello he estado muy atenta a las primeras horas del miércoles teniendo en cuenta todos estos avisos. Por cierto, no se olviden de abrigarse bien…
Ojalá no se equivoquen y nieve en Torrevieja, así acompañará al blanco nieve de esas montañas de sal, que como nieve perpetuas, a modo de corcho de nacimiento guardados en los altillos hace apenas unos días, vuelven a nosotros como tardía Epifanía del Señor. Ojalá no se equivoquen y nieve en Torrevieja, y se cubra de blanco todo el gris pizarro de las plazas públicas de la ciudad salinera, siendo motivo de alegría para los más pequeños.
Un buen manto de nieve le devolvería su primitivo color de estreno a las playas donde las rocas se asoman descaradas tras el temporal de diciembre. Un buen manto de nieve ocultaría el colorinche del paseo por el Puerto al atardecer. Un buen manto de nieve disfrazaría de abetos sin Papá Noel los arboles del Paseo de La Libertad, con sus casetas a modo de postal navideña. Ojalá no se equivoquen, y cuando usted lea este artículo se encuentre todo el Parque del Molino del Agua de color blanco, como si se hubieran extendido sobre sus árboles las anticipadas túnicas de los nazarenos de la cofradía de la Esperanza y de la Paz, anunciando la Semana de Pasión. Ojalá no se equivoquen y cuando lea usted este artículo los colores tradicionales de Torrevieja, el azul y el blanco inmaculado, uno en el cielo y el otro en sus calles, cubran la ciudad como si estuviera haciendo la primera comunión, y tomando el blanco pan de los ángeles que velan por ella.
Ojala nieve, y el blanco sea el color de la unión, de lo nuevo, lo que está por estrenar en esta ciudad hoy deseosa de bullicio y vida. Ojalá… ojalá nieve. Entre otras cosas, para ser como aquellos niños de la Torrevieja de 1914, que jugaron con la nieve en la glorieta de la Iglesia, y así como ellos, escribir recuerdos nuevos sobre ese folio impoluto de la historia de la ciudad. Pero querido lector, nieve o no nieve guardamos con celo las fotografías de entonces a manera de recuerdo, y nieve… o no nieve… que nos quiten lo “nevao”.

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