Objetivo Torrevieja

España, la vieja España está como el enfermo convaleciente: no para muchos trotes.

La luz de un mayo que agoniza en el objetivo de Joaquín carrión

Encarna Hernández Torregrosa

Así los de aquí, los de casa, seguimos intentando que este mayo sea, si acaso, normalito. Pero las noticias son abrumadoras y casi no nos dejan respirar. Las hay para todos los gustos y colores.
Por lo tanto hoy es de esos días en los que intento resistirme a teclear la palabra. Aunque no puedo. En serio que lo intento pero se me escapa. Me digo: no hablarás de las Europeas. Consigo olvidarme por un momen… pero no, al final, mis manos se mueven sobre el teclado y pulsan la “E” “u” “r” “o” “p” “e” “a” “s” y queda escrita la palabrita. Mientras la televisión muestra a unos políticos en estado de catarsis, como colgados de la brocha, sin escalera, ni margen de maniobra, y teniendo que decidir.
Unos hablan de ideas peregrinas y del euroescepticismo. Otros de un gran avance de la ultraderecha. Por un lado los entusiastas y oportunistas aclaman a los vencedores. Los hay que apoyan la idea de bipartidismos y dicen: sí, es buena la idea. La mejor que se ha tenido desde el entierro de El Cid.
Y agitados, como si pidieran al profesor permiso para ir a WC, no paran quietos estos políticos. Ese es el dibujo de una realidad con trazo grueso. La otra realidad, la de la calle, la que conocemos todos, nos dice que el mes de mayo comenzó con el día del “trabajo” y con lo ajustado que esta (el trabajo ¡claro!) preferimos el día del Mayor. Ellos con sus manos arrugadas no saben si vender su experiencia al mejor postor o arroparse con la manta de la jubilación. El resto de ciudadanos buscando consuelo miran con angustia a la madre que los parió. Así el día de la Madre sirvió para que ellas, las madres, ofrecieran cobijo y amparo. Y por aquello de dar alegría al cuerpo nos fuimos de Feria… la de Mayo ¡por supuesto! y ni el rebujito nos animó. Además como lo del 2 de Mayo pasó a la historia, en la época de los móviles y los mensajes, aparece un Pablo Iglesias Turrión, profesor universitario de izquierdas que curtido en la política de tertulias televisivas, con “Podemos” ha sido la gran sorpresa de los comicios europeos. Su formación política, creada hace apenas dos meses como alternativa al bipartidismo, en Torrevieja ha logrado 1227 votos colocándose como cuarta fuerza política. No es que no tengamos razones para estar indignados, lo que sucede en mayo, es que todos bailamos, pero el pasado domingo el “son” lo marcó la “Abstención” tan temida por los políticos. Una Abstención que ni siquiera es ya de izquierdas o de derechas, es de las “personas” que no “gente”. En fin, con claro juicio, me permito señalar que frente a todos, sin duda está el futuro. Aunque para algunos sea un futuro imperfecto, alejándose bastante del pluscuamperfecto.

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