Mi saludo a un viejo visitante que con paso lento llega cada año sin falta: el Otoño.
El verano desafiante con sus infinitos calores ya apuro sus últimas horas y se marchó de nuestro entorno. El añorado otoño comenzó ayer a las 4.29 horas, haciendo su entrada en toda la España peninsular. Estará con nosotros 89 días y 20 horas, y terminará el 22 de diciembre, cuando llegue el invierno, según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional. Como equipaje, nos trae agua y el habitual cambio de hora, que se hará el último domingo de octubre a las 3.00, es decir, el domingo 26 de octubre tendremos que retrasar el reloj una hora, así oficialmente, tendremos una hora más. Durante la estación otoñal habrá dos eclipses: uno total de Luna el 8 de octubre y otro parcial de Sol el 23 de octubre, ninguno será visible en nuestro entorno. Pero la imagen del otoño más poética (ya que la época se presta a ello) nos habla de esa luz brillante del verano que al alcance de todos los visitantes en esta tierra, ya se marchó.
Aparece, casi tímida, la secreta y hermosa, para pocos, luz de otoño, que empieza a tener esa paleta de tonos dorados y plateados, que mejor pintor no la pintara. Con razón aquellos venidos de las tierras del norte, sí, de muy al norte, buscan aquí su espacio en este momento del año. Lo que me extraña es que no haya reventa para degustar ésta luz otoñal de mar. ¿Quién piensa en la Riviera Maya o Puerto Plata? Para Plata, la luz que se refleja en las salinas en estos días. La playa de Ferris, la de La Mata o Cabo Cervera son estos días, al cambio, el mejor Caribe, el mejor Golfo de México. No saben lo que se pierden los que desaprovechan las mañanas otoñales de paseítos por la costa, y los hay que se gasta fortunones y se empeñan hasta las cejas para ir en busca, allá al otro lado de la mar océana, teniendo aquí los placeres, al modo de Caribe otoñal del Mediterráneo.
-Pero la lluvia…en Torrevieja, en otoño, hasta la lluvia es bonita.
– Y la luz.
Aquí la luz en otoño, es luz del Levante al alcance de cualquiera. Que cuando de verdad está hermosa la ciudad, es con ésta dorada luz de otoño, con ese lago interior con solecito de Parque Natural rodeado de pinos, caminando por la senda a modo de Malecón donde un mar de uvas te invita a sentir el aroma de la tierra húmeda de rocío. Cuando llegue de nuevo la gloria de la primavera al paraíso de estas playas y calles, pocos se acordaran de cuanto, noche a noche, por la gracia secreta que guarda Torrevieja, se hizo de estos, los más bellos días del dorado otoño en esta tierra a orillas de mar…
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